Un juez de Sevilla ha decidido procesar de nuevo a Francisco Javier García Marín, alias 'el Cuco' y a su madre, Rosalía García Marín, por prestar falso testimonio durante el juicio en 2011 por el asesinato de Marta del Castillo y dar información falsa sobre lo que estaban haciendo el día del crimen.
El juez ha considerado que ambos deben ser procesados de nuevo por "urdir un plan con la única finalidad de engañar". Madre e hijo declararon como testigos en esa vista oral y estaban obligados a decir la verdad.
En el año 2019, el juez ya había dictado el auto de transformación de las diligencias previas en un procedimiento abreviado, pero se acordó hacer nuevas pruebas, entre ellas un informe sobre las grabaciones efectuadas por el presunto infiltrado en el entorno de la familia, lo que ha obligado a dictar de nuevo esta resolución que pone fin a la investigación, según ha informado el Diario de Sevilla.
La familia de 'el Cuco' le encubrió
En su nuevo auto, como en el primero, el magistrado insiste en que 'el Cuco', su madre y su padre, que falleció hace cuatro años, urdieron un plan cuya "única finalidad" era "engañar al tribunal acerca de lo realmente acaecido" el día en el que desapareció Marta del Castillo, el 24 de enero de 2009.
'El Cuco', que era menor de edad en esa fecha, fue condenado a dos años y once meses de internamiento en un centro por encubrir el crimen, cuyo autor fue Miguel Carcaño, que cumple todavía veintiún años y tres meses de cárcel.
Después de cumplir la condena, 'el Cuco' se mudó a un pueblo de Francia. El juez ha recordado ahora que el 25 de octubre de 2011 cuando ya era mayor de edad, declaró como testigo y aseguró "de manera falsa", que la tarde del día de los hechos no había estado en la casa de Carcaño, donde Marta fue asesinada, sino que había estado con unos amigos y luego se encontró con su padre, que había salido a tirar la basura, y después subió a su casa y no salió.
Tanto el padre como la madre aseguraron que esta versión era cierta y que vieron a su hijo llegar a casa. Rosalía García afirmó que vio a su hijo "acostado y le dio un beso". El juez de Sevilla considera ahora que "existen motivos suficientes" para acusar 'al Cuco' y su madre de un presunto delito de falso testimonio porque, "en contra" de lo que declararon, hay pruebas que ratifican que Francisco Javier "sí estuvo en el domicilio sito en la calle León XIII" el día del asesinato y que no se encontró con su padre.
