El Corte Inglés ha reabierto su centro comercial situado en la calle Dolores y la calle María de Ferrol, aunque ya nada volverá a ser igual en lo que antes era un centro comercial más en los grandes almacenes del triángulo verde. Este edificio, que albergaba los departamentos de Moda y Complementos; ha sufrido una remodelación completa para cambiar por completo su formato de venta.
Ahora, el establecimiento ha sido reabierto con el siguiente formato: tres plantas divididas en un pequeño Supercor y el resto en un Outlet de marcas. A partir de ahora se venderán artículos de temporadas pasadas, pero nuevos, a precios mucho más bajos que en sus grandes almacenes. Habrá firmas tanto propias de El Corte Inglés, desde 1 euro, como primeras marcas del sector, con todo tipo de precios.
El stock se irá reponiendo a diario y el formato abandona el imaginario de los grandes almacenes para acoger una estética más parecida a la que imponen firmas como Primark, líder del sector.
La firma ofrecerá descuentos de hasta el 70% que aumentarán hasta el 80'% en época de rebajas. Este modelo se está extendiendo poco a poco a algunos de los centros comerciales que El Corte inglés está abocando al cierre ante la bajada de precios generalizada en el comercio del textil y la crisis económica que se avecina.
De hecho, esa bajada de precios ya se apreció durante la pasada crisis de 2008, cuando las firmas 'low cost' comenzaron a imponerse como líderes del sector. Los compradores ahora buscan el ahorro y calculan con mayor interés el dinero que gastan, un elemento diferencial en los establecimientos.
Nuevas fórmulas ante el agotamiento de sus centros
La pandemia solo ha servido para que la firma de grandes almacenes haya intensificado todos los cambios que ya apreciaba como fundamentales antes de la crisis económica, cuando llegó a acumular una deuda superior a los 3.000 millones de euros, fruto de una expansión demasiado grande durante la bonanza del ladrillo.
Junto a esta apuesta por los outlet, El Corte Inglés también está sosteniendo su estrategia sobre dos patas, la venta online y la reconversión de sus centros comerciales en puntos de experiencias, de manera que sus clientes lleguen atraídos por otros intereses como la hostelería o las actividades que se puedan desarrollar en ellos.
Eso es lo que se quiere llevar a la máxima expresión en su reforma del centro comercial de Arroyosur (Leganés), que se reconvertirá en Mad-FD, un espacio que reabrirá con la decoración de las principales calles de Madrid, tiendas diferenciadas con sus propios cierres y actividades diarias.
Este centro comercial debería haber abierto durante el verano de 2020, pero la pandemia ha frenado su apertura. La firma ha registrado la variante para las principales capitales de provincia españolas y tiene pensado extender este modelo a otras ciudades si finalmente se consolida en Madrid.