El Corte Inglés se encuentra realizando cambios con el objetivo de adaptar su modelo de negocio a la pandemia, prepararse para la crisis económica y solventar una deuda superior a 3.000 millones de euros.
Después de anunciar la conversión de una de sus tiendas en un almacén para la venta online, la firma de grandes almacenes ha cerrado un nuevo movimiento drástico para equilibrar sus cuentas: la venta del 100% de su filial de Informática a grupo francés Gfi.
La operación sorprende, no tanto por su naturaleza, como por la venta del 100% de la filial, ya que se esperaba que los grandes almacenes tuvieran la intención de conservar alguna parte de la titularidad de esta división.
Además, la operación se produce en un contexto complicado, con la economía paralizada, máxima incertidumbre sobre cómo se gestionará la salida de los confinamientos y con una caída del consumo y del PIB nacional hasta del 13% en el peor de los escenarios. De hecho, actualmente, los grandes almacenes solo facturan en el entorno del 30% de sus ingresos por las actuales restricciones.
Sin embargo, hay factores que se han sumado a esta venta 'in extremis'. Primero, el visto bueno de las autoridades de la Competencia y el visto bueno del Gobierno. Segundo, los créditos solicitados a la banca para reenfocar toda su estrategia en la actual pandemia. Y tercero, la necesidad de afrontar la deuda de 3.000 millones de euros evitando la depreciación de sus activos, en la medida posible, que generará la próxima crisis económica.
Ninguna de las partes ha hecho pública el importe por el que se ha cerrado la venta de esta filial, pero en el mercado se maneja una cifra que rondaría, alrededor de 350 millones de euros.
Por parte de la francesa Gfi, la firma consigue un paso clave en su estrategia de crecimiento global, mientras se prepara para contratar a más de 4.000 nuevos empleados en todo el mundo durante el año 2020.
El Corte Inglés continua desprendiéndose de divisiones
La venta de Iecisa se une a la venta reciente de la cadena especializada en productos y servicios ópticos y de audición Óptica2000 al grupo holandés GrandVision.
Junto a ello, el plan más ambicioso se centra en su división inmobiliaria, con una cartera de ladrillo valorada en más de 17.000 millones de euros, según Tinsa. El cierre de centros comerciales y la venta de edificios se corresponde con este plan, incluyendo la sede del grupo, situada actualmente en la céntrica calle Hermosilla de Madrid.
