Debido a la pandemia del coronavirus se ha puesto en valor la industria nacional, por lo que muchas empresas han decidido apostar por proveedores de cercanía. Sin embargo, esta estrategia ha pillado en contra a El Corte Inglés que, inmersa en una reestructuración, se había arriesgado a comprar más allá de nuestras fronteras.
La compañía que preside Marta Álvarez deberán dar marcha atrás a la política que habían emprendido para adaptarse a la nueva situación, ya que en el último año han despedido a 2.500 de sus proveedores nacionales incrementando así su dependencia internacional, algo arriesgado a tenor de la situación actual derivada de la Covid-19.
La empresa de grandes almacenes, en la memoria del ejercicio 2019-2010 (cerrado en febrero), rebajó el número de proveedores desde los 61.834 a los 60.552, lo que supone una reducción de 1.500 suministradores. Pero el mayor recorte ha llegado a la economía nacional, ya que mientras el número de proveedores europeos y mundiales ha aumentado, la cifra de abastecedores españoles ha caído de los 42.586 hasta los 40.050.
Volumen de compra
Lo cierto es que El Corte Ingles mantiene un volumen de compra alta en España, por encima del 80%. Sin embargo, en el último ejercicio, teniendo en cuenta las cifras, el dato ha pasado del 84% al 81%. Es decir, se ha pasado de los 10.500 millones a 9.200 millones de euros.
Ha sido en la división de centros comerciales donde se ha producido el mayor recorte. Mientras que en el departamento de viajes y en el informático han mantenido prácticamente las mismas cifras mientras que el de seguro incluso sumó 1.000 proveedores nacionales, en el segmento de retail se ha pasado de 25.740 abastecedores españoles en la tempoada 2018-2019 a 21.502 en el último ejercicio fiscal. Así, el volumento de compra se contrajo desde los 8.950 millones hasta los 8.000 millones de euros.