El Corte Inglés se encuentra en pleno proceso de cierre de centros comerciales con el objetivo de equilibrar sus cuentas y generar liquidez para reformar su modelo de negocio.
Bajo esta premisa, la firma de grandes almacenes está ejecutando un nuevo cierre: se trata del edificio anexo al centro comercial de Constitución, situado en la calle Menéndez Pelayo de Valladolid, que abrió sus puertas hace 14 años.
Este centro alberga varios departamentos, entre ellos Informática, Telefonía, Óptica o Papelería. La enseña del triángulo verde ha desmantelado progresivamente el centro, de manera que está trasladando los departamentos al centro principal.
Por el momento, solo sobrevive el departamento de Papelería, que todavía mantendrá las puertas abiertas hasta el próximo mes de octubre, cuando la firma de grandes almacenes abandonará definitivamente este establecimiento. Falta conocer qué sucederá también con el edificio principal en los próximos meses, cuyo cierre también se contempla en la cúpula de los grandes almacenes.
No es el único cierre que está en marcha
El cierre del anexo de Constitución se suma al cierre definitivo del centro comercial de Francesc Maciá de Barcelona, un edificio de cinco plantas sobre rasante con un sótano comercial en el que se encuentran departamentos de Moda, Zapatería, Tecnología, Deportes, Hogar y un Supermercado.
La enseña de grandes almacenes tiene como plazo hasta el próximo 31 de diciembre para abandonar el centro comercial, según el acuerdo de venta suscrito con el nuevo propietario, la empresa Mersan Assets Management, que reconvertirá el edificio en un complejo de oficinas.
Además, los establecimientos abocados al cierre en la primera tanda son: Arroyomolinos-Xanadú y Arapiles en Madrid, Guadalajara, Albacete, Ademuz (Valencia), El Capricho (Marbella), Marineda (A Coruña) y El Tiro (Murcia). Estos cierres podrían ejecutarse antes del final de este año 2020.
Además, la firma de grandes almacenes tiene otros planes en marcha, como la posible venta de varios centros de Hipercor a la competencia, especialmente Alcampo, con quien mantiene las conversaciones más avanzadas, pero también con Carrefour y E.Lecrec.
Esto también permitiría subrogar contratos y reducir el gasto en salarios sin enviar a los trabajadores al paro, muchos de ellos con gran antigüedad y altos costes de indemnización. De hecho, la firma ha reconocido que destruyó más de 1.700 puestos de trabajo en el año 2019, una cifra que ahora podría incrementarse por la caída dle consumo derivada de la pandemia.