El Corte Inglés finalmente ha bajado la persiana a su centro comercial de cinco plantas y 4.000 metros cuadrados ubicado en la Avenida Alfonso El Sabio de Alicante. Las puertas se clausuraron el pasado 14 de agosto tras 20 años abiertas al público de manera ininterrumpida y, ahora, se ha comenzado a realizar el desmontaje de todo el centro, incluidos los rótulos de la fachada.
El edificio se ha vendido a un inversor alicantino. Este centro comercial, en el que El Corte Inglés sustituyó a los míticos Almacenes Simago, podría convertirse en un edificio multifuncional, dedicado al coliving, en un proyecto parecido al que mantiene el Grupo Marjal en la misma avenida, en el inmueble Axa, según publica Alicante Plaza.
A pesar de que el cierre se ha producido en pleno puente de agosto, el personal del centro continuará trabajando en las instalaciones hasta finales de mes, cuando se prevé extraer todo el material y trasladarlo hasta otros puntos comerciales de la marca cercanos, donde se prevé continuar con las operaciones. El Corte Inglés no prevé ejecutar despidos con este cierre.
Cierres recientes
El cierre de este centro comercial se produce de manera paralela a la clausura de varios centros comerciales de El Corte Inglés, que la firma ha ido ejecutando recientemente en una política con la que busca reducir su gasto en ladrillo y, a la vez, reorientar su inversión en la venta online para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado.
La firma ha cerrado varios centros comerciales a lo largo de este verano. Se trata de los centros ubicados en Parquesur (Leganés, Madrid), La Vaguada (Madrid), Serrano, 52 MAN (Madrid), Gran Vía, 20 (Bilbao) y Colón, 1 (Valencia).
Hay causas variadas en la ejecución de los cierres, pero especialmente se centran en la necesidad de cortar pérdidas de algunas tiendas y reducir la deuda del grupo, que en el cierre del primer semestre de 2021 estaba en 3.940 millones de euros. Ha habido cierres diversos, como Francesc Macià (Barcelona), Linares (Jaén) o El Tiro (Murcia).
Otros, han sido reconvertidos con diversos formatos. El centro comercial de Arapiles (Madrid), Sevilla Este o Guadalajara, por ejemplo, han abandonado el formato tradicional de gran almacén y ahora cuentan con el formato outlet en el que venden artículos de temporadas pasadas a precios rebajados. Una estrategia del grupo para sacar partido a su stock y llegar a un nicho de mercado mucho más amplio. Estos centros sí mantienen algunos servicios auxiliares del grupo, como el supermercado, el restaurante o la agencia de viajes.
Otro centro, como Eibar, se ha reconvertido en una 'dark store', un almacén centrado únicamente en la venta online y al que no puede acceder el público general. Y queda duda sobre el futuro de Arroyosur (Leganés, Madrid), que iba a ser reconvertido en un centro comercial al uso y cuya reforma quedó paralizada por la pandemia.