El Corte Inglés continúa ejecutando su plan de cierre de centros comerciales tras las ventas navideñas y con el objetivo de equilibrar sus cuentas. La firma de grandes almacenes clausura este 16 de enero su centro comercial de Francesc Macià en Barcelona, un establecimiento de seis plantas en pleno centro de Barcelona heredado de la OPA a Galerías Preciados.
El grupo ha recolocado previamente a su plantilla en otros centros de la ciudad condal. Con este cierre, la firma conservará cinco centros comerciales en Barcelona, además de otros cuatro en otras ciudades de Cataluña.
El edificio fue vendido a Mersan Assets Management en verano de 2019 por un importe de 152,5 millones de euros. Tras dos años de actividad en régimen de alquiler, el edificio se transformará en oficinas, mientras que sus plantas inferiores mantendrán actividad comercial, se prevé un gimnasio, tiendas o un supermercado.
La reforma del activo, de 34.6444 metros de superficie, se estima en 22 millones de euros. El plan aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona especifica que las oficinas podrán ocupar 20.045 metros cuadrados distribuidos entre la planta -1 a la quinta, mientras que los usos comerciales se reducen a dos plantas y suman una superficie de 2.500 metros cuadrados.
El documento interno que manejaban los grandes almacenes, titulado como Project Green, calificaba el centro comercial de Francesc Macià como "almacenes pequeños y con oferta limitada". El edificio cuenta con seis plantas sobre rasante y un sótano, en el que opera un supermercado.
El centro está ubicado en la avenida Diagonal, donde también cuenta con otro gran almacén que absorberá la demanda. Con este movimiento, la firma quiere recortar deuda mediante el desprendimiento de los activos inmobiliarios no estratégicos.
Otro cierre en Madrid
Esta noticia también se suma a un cierre en Madrid, aunque en este caso la operación busca reformar el centro para ser reconvertido en un Outlet de la firma. Se trata del centro comercial El Corte Inglés Arapiles, situado en pleno barrio de Chamberí.
Este centro comercial cuenta con un supermercado que se mantiene abierto por el momento y que seguirá funcionando con el nuevo formato de venta tras la reforma. La empresa intenta consolidar los centros no rentables con un formato con el que espera conectar con un público diferente.