La publicación del documento interno de El Corte Inglés, donde se menciona el cierre o reforma de una cuarta parte de la cartera de los centros comerciales de la firma, se va a aplicar de manera inminente.
La primera ejecución de este plan se realizará en la Comunidad de Madrid, donde la firma mantiene, por el momento, varios centros en la picota: Xanadú, Serrano 52, Arapiles, Vista Alegre y parte de Parque Sur.
Dentro de esa lista, el primer cierre a ejecutar será el centro comercial de Vista Alegre. Situado en el distrito de Carabanchel, el centro cuenta con un Hipercor y, en el sótano, una tienda outlet donde se venden las marcas de la compañía, pero con temporadas pasadas y precios rebajados.
El cierre del centro puede suponer un duro golpe, ya que cuenta en su interior con cerca de 400 empleados. La firma no tiene intención, en principio, de iniciar una ronda de despidos, pero también cuenta con serias dificultades para absorber tal cantidad de trabajadores con menos suelo comercial.
En este sentido, la dirección de la calle Hermosilla está trabajando para ofrecer un plan alternativo. Antes de poner en venta el centro de manera libre, está ofreciendo el establecimiento a varias firmas de la competencia, en concreto a Alcampo, Leclerc y Carrefour.
El competidor con mayores posibilidades en este momento es Alcampo. La firma cuenta con poca presencia en la zona y cuenta con un target comercial adaptado al barrio, lo que podría ser un aliciente. El traspaso incluiría además la subrogación de contratos, lo que permitiría instalar una tienda de la compañía con menor esfuerzo añadido y, sobre todo, sin despidos.
Sin rentabilidad
El centro comercial de Vista Alegre ha sufrido algunas reformas para buscar la rentabilidad, entre ellas la transformación de su sótano (antes un espacio con varias firmas de El Corte Inglés), en un outlet con temporadas pasadas.
Sin embargo, los planes aplicados no han permitido alcanzar la rentabilidad del centro. De hecho, en 2018 tuvo un beneficio operativo negativo, al igual que otros 50 centros comerciales. El nuevo equipo gestor ha intentado maquillar estos hechos con un ajuste de costes cargado contra los proveedores y un mejor aprovechamiento de la superficie inmobiliaria en los contratos con las marcas.
De manera paralela a los cierres, El Corte Inglés está buscando otras vías de negocio que permitan encontrar un modelo de futuro y reducir su dependencia de un modelo que muestra cierto síntoma de agotamiento, el de los grandes almacenes. Uno de los más desarrollados hasta la fecha es la creación de un holding de servicios financieros que pueda aportar servicios dentro y fuera de los establecimientos de la firma. Para ello, se han valido de los acuerdos que El Corte Inglés mantiene con el Banco Santander.
En ese contexto, la firma quiere reciclar a, al menos, 400 empleados para que formen parte de este nuevo proyecto. Para ello, tirará de la plantilla que se va a ver afectada por los cierres de centros comerciales que está ejecutando la compañía.