La Guardia Civil se encuentra inmersa en un escándalo en el que también está involucrado la principal empresa de grandes almacenes de nuestro país, El Corte Inglés. Fue el pasado mes de marzo, cuando el Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid citó a declarar para el 10 de abril a la enseña del triángulo verde y otras once empresas por, supuestamente, haber obtenido información privilegiada sobre licitaciones de compra de prendas de uniformidad de la Benemérita.
En la causa se encuentran investigados un coronel y un teniente coronel, junto a otros cuatro mandos ya apartados de sus funciones en el Instituto Armado. En los informes del Servicio de Asuntos Internos de la Benemérita remitidos a la juez se señala a dos ex directos de la firma de grandes almacenes: un ex director comercial del Área de Suministros, y un ex responsable de Uniformidad de la división de empresas de la compañía.
Se investiga si directivos de El Corte Inglés entregaban tarjetas regalo de los grandes almacenes a determinados guardias civiles, que a cambio les facilitaban información privilegiada con la que ganar los concursos públicos de contratos de compras de uniformes.
La empresa se ha desmarcado de este caso y asegura que apartó a los dos directivos investigados en cuanto tuvo conocimiento de las presuntas irregularidades cometidas.
La decisión de El Corte Inglés
En mitad de este caso, la firma de grandes almacenes, estudia el futuro de la división destinada al suministro de equipamientos para el sector público, según publica El Confidencial Digital. La enseña cuenta con una división, denominada El Corte Inglés Empresas, dedicada a ofrecer mobiliario técnico, vestuario y obras e instalaciones.
La firma de grandes almacenes se ha hecho con un hueco destacado en el mundo de los uniformes a nivel nacional. En 2019, por ejemplo, el Ejército de Tierra adjudicó un macrocontrato de 80 millones de euros para suministro de artículos del equipo básico entregado a militares de su equipo de combate y otras modalidades de uniformidad.
Este concurso fue ganado por la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por ocho compañías, entre las que se encontraba El Corte Inglés. Posteriormente, en 2019, el Ejército de Tierra dio otro encargo de uniformes por un valor de 4 millones de euros, a los que se sumaron la Guardia Civil, la Policía Nacional o Metro de Madrid.
A estas Administraciones, también hay que incluir el Ayuntamiento de Madrid, que destinó un contrato a El Corte Inglés para la adquisición de 45.000 pantalones de verano e invierno para los uniformes de la Policía Municipal por un importe de 2,5 millones de euros.
Por el momento, la decisión de abandonar las licitaciones públicas no se ha adoptado oficialmente, pero se está planteando en la firma de grandes almacenes después de todo lo ocurrido durante los últimos meses. La compañía abandonaría las licitaciones públicas con este movimiento, en una sección que cuenta con prácticamente medio millar de empleados.
