La sección de la carretera que se hundió hace apenas unos días en Fukuoka, Japón, abre de nuevo sus puertas al tránsito, quedando patente los grandes esfuerzos de la ciudad por rehabilitar la zona lo antes posible.
El derrumbe de la carretera causó grandes estragos, pues afecto al alcantarillado y al mobiliario vial, como semáforos, postes y señales. Entre las repercusiones que tuvo destacan los cortes de energía, agua y gas, así como la interrupción de las líneas telefónicas. Además, las autoridades mostraban una gran preocupación por si el desastre se extendía a los edificios cercanos. Por suerte no hubo ningún herido.
Según informaron las autoridades de la ciudad, la causa podría radicar en la ampliación de la línea de metro en la zona, aunque se ha establecido una comisión de expertos para determinar con una mayor precisión los motivos del derrumbe.
Afortunadamente se ha podido paliar el problema a tiempo, sin causar más daños que los ya mencionados. De acuerdo con los medios locales y según informa The Guardian, los equipos de reconstrucción tardaron tan solo dos días en cubrir el pozo, cuya longitud era de 30x27 metros y 15 metros de profundidad.
El alcalde de Fukuoka, Soichiro Takashima, ha afirmado para los medios que los materiales utilizados son 30 veces más fuertes que los anteriores.
La velocidad y la delicadeza con la que se está tratando el asunto ha hecho que la administración se gane los elogios de la comunidad, además de la mirada atónita del mundo, que observa como una vez más, Japón nos da un ejemplo de eficacia.