Son muchos los países que abordan el debate de la legalización de la marihuana. En España, partidos como Más País o ERC han presentado propuestas de ley para regularizar su cultivo y consumo más allá del uso medicinal. También Unidas Podemos lleva desde sus inicios en su programa electoral la legalización del cannabis, pero todos los procesos se han quedado en el aire.
Algunos de los defensores de esta propuesta basan sus argumentos en el plano económico asegurando que, por una parte, traerá nuevos ingresos fiscales y, por otra, conducirá a un aumento del turismo -pensando en este tipo de turismo como un "turismo de drogas", enfocado a que las personas vengan a España a consumir.
Las políticas de legalización del Cannabis en ???????? han logrado reducir la rentabilidad de esta droga, al pasar de un mercado negro a otro legal.
— Juan Luis Jiménez (@JuanLuis_JG) September 30, 2021
Y esto generó un efecto colateral: se redujo la violencia asociada a esta droga en México, por el menor tráfico ilegal. pic.twitter.com/LOZ8vbwuUH
Pros, contras y un futuro incierto
En el otro punto de vista, las principales preocupaciones de sus detractores son que pueda provocar principalmente un aumento del consumo de drogas y de delincuencia.
Porque las drogas se han asociado a las mafias de los países productores -en este caso Colombia y México- y a las zonas más pobres y desfavorecidas del otro lado del Atlántico como algunos barrios de Baltimore o Chicago. Y si hay un punto especial en el que hacer hincapié es la frontera entre Estados Unidos y México.
Pero parece que la regulación ha tenido un efecto positivo al menos en esta última zona a la que nos referimos. Y es que, según un estudio realizado en 2019 en el que se comparaba la violencia fronteriza antes y después de las legalizaciones, se llegó a la conclusión de que la creación de un mercado legal de marihuana generó una competencia antaño inexistente para el narcotráfico, lo que deprimió su rentabilidad. Al descender el tráfico de México hacia Estados Unidos, la violencia asociada a su actividad también disminuyó.
Los autores del estudio aseguran que "en vez de invertir en caras políticas de represión y castigo, los políticos deberían centrarse en introducir políticas que reduzcan la rentabilidad del tráfico de drogas. A este respecto, legalizar o descriminalizar la producción de sustancias ilícitas puede ser una herramienta importante, porque parece improbable que las organizaciones criminales, cuya forma de cumplir con sus contratos pasa por la violencia, puedan competir con agentes que cumplen con sus contratos dentro del sistema judicial".
No sabemos si habrá nuevos pasos en el futuro de la legalización en España, pero estaremos muy pendientes de próximas novedades.