Los más agoreros dirán que el apocalipsis de la raza humana está más cerca que nunca. Sin embargo, no es que tenga razón, pero las señales que anuncian el cambio climático parece que se han adelantado. Una de ellas, es la imagen comparativa que ha rondado estas semanas por las redes sociales. En ella se hacen eco de un mapa de temperaturas de un documental producido por la BBC en 2007 donde venía a pronosticar veranos de entre 29 y 30 grados, lo que sería algo muy grave. En la otra, se veía un mapa actual donde estas temperaturas se superan con creces.
La estampa de este verano en Gran Bretaña está siendo desoladora a la vez que inédita. Una ola de calor y sequía que ha deja parte del país como terregal. Se ha llegado a prevenir de posibles cortes de agua y las urgencias por las altas temperaturas han subido exponencialmente. El cambio climático se ha adelantado una década por las gravísimas consecuencias del calentamiento global. Estudios más avanzados advierten que hay que empezar a bajar las emisiones de CO2 de manera inmediata. Algunos pensarán que es una exageración pero Fernando Valladares, investigador del CSIC, recalca: "los científicos no exageramos, el cambio climático es grave."
El cambio climático se está adelantando
Los riesgos de un estado irreversible del denominado 'Efecto Invernadero' siguen siendo demasiados altos, incluso llevando a rajatabla el Acuerdo de París para mantener la temperatura por debajo de los 2º sobre la era industrial. Incluso, según el estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, puede llegar el momento el que ser humano pierda el control sobre el cambio climático, tome las medidas que tome, según el coautor de la publicación Joachim Schellnhuber.
Esta pérdida de control se desencadenaría en una 'cadena climática', como si un efecto dominó se tratará que, comenzaría con la activación de procesos naturales que aumentan por su cuenta las temperaturas. Provocaría una serie de consecuencias gravísimas: la capa de hielo se derretiría, lo que disminuye la capacidad de reflejar la radiación solar. Esto llevaría a la absorción por parte del mar de la luz solar que llevaría a derretirse más rápido esa capa helada. También puede conllevar a la pérdida del permafrost, el suelo que está permanentemente helado, que llevaría a la liberación de más metano y CO2 con el aumento de las temperaturas.
Hay un punto de inflexión o umbral que no se debería pasar
El principal problema es que este tipo de procesos son a nivel global y sus posibles consecuencias tienen unos umbrales o puntos de inflexión. Esto significa que, una vez sobrepasados, pueden llevar al comienzo de otros y producirse una retroalimentación imparable. Al final, todo en el planeta Tierra está interconectado, por ejemplo: si se perdiera el hielo de Groenlandia podría alterar la corriente oceánica del Golfo, lo que aumentaría el nivel del mar y acumularía calor en el Océano Austral.
Este proceso podría llevar a otros. De hecho, ya se ha publicado en alguna revista científica la preocupación por la corriente del Golfo, que juega un papel fundamental en la regulación del clima, está en su nivel más débil de los últimos 1.500 años. Este grupo de científicos del estudio han reseñado hasta quince fenómenos interconectados que cambiarían por completo el mundo.
Lo que deja claro, Fernando Valladares a ABC, es que al "superar el umbral de 1,5 o 2 grados de calentamiento, entramos enprocesos irreversibles. Y no es un proceso gradual, de que vayamos a ir teniendo poco a poco más calor, sino que, al cruzar ese umbral, la inestabilidad crece mucho y la probabilidad de eventos extremos es muy grande". De hecho, recalca que la comunidad científica no sabe con certeza lo que puede llegar a ocurrir, aunque sigue diciendo que es muy importante cumplir los Acuerdos de París.
De aquí a 50 años algunas zonas serán incompatibles con la vida
Las consecuencias pueden ser tan graves que de aquí a 50 o 70 años algunas zonas de la Tierra sean incompatibles con la vida, según un estudio del MIT (Massachusetts Institute of Technology). Ponen como ejemplo la llanura del norte de China, una de las áreas más densamente pobladas del mundo, que podía llegar a sus límites de habitabilidad por la combinación de olas de calor extremo y alta humedad.
Son decenas de revistas de la comunidad científica las que alertan que cualquier cosa es poco para intentar ralentizar el proceso para que no se llegue a producir. Sin embargo, las consecuencias por los años de emisiones contaminantes y demás todavía son muy difíciles de determinar. Ahora, la Tierra está dando sus primeras advertencias series: olas de calor cada vez más extremas y duraderas, temporada de huracanes que se extienden más en el tiempo o el aumento del ritmo de deshielo de la Antártida.
De ahí, la importancia de las decisiones que se tomen durante los próximos años para asegurar la esperanza y un mejor funcionamiento de todo el sistema de la Tierra.
