Donald Trump sigue empeñado en "hacer América grande de nuevo" y perseguir a todas aquellas personas que huyen de sus países en busca de una nueva oportunidad para reconstruir sus vidas. Es decir, los inmigrantes. Para ello, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos se ha inspirado en la novela de ficción distópica '1984' de George Orwell en la que la población era sometida a un estricto control bajo el omnipresente 'Gran Hermano'.
No contento con lanzar un nuevo veto migratorio en el que restringe los viajes al país norteamericano de los ciudadanos provenientes de Corea del Norte, Venezuela, Chad, Irán, Libia, Siria, Yemen y Somalia, el presidente de EEUU comenzará a revisar, supervisar o lo que es lo mismo, controlar todas las redes sociales de los inmigrantes a partir del próximo 18 de octubre. La medida también afectará a los que ya poseen la Green Card y a los que son ciudadanos naturalizados.
Control y seguimiento
Desde que la norma entre en funcionamiento, las autoridades podrán recopilar toda la información que deseen de las cuentas de redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram, entre otras. Es decir, podrán monitorizar los likes de Facebook, los retweets en Twitter o las imágenes que cuelgan en Instagram. Y todo para "hacer América grande de nuevo".
Asimismo, la medida permitirá buscar información disponible de manera pública en Internet o "divulgada de conformidad con los acuerdos de intercambio de información". Es decir, la Administración estadounidense podrá conocer todas las búsquedas que realicen en Internet los inmigrantes cuando navegan en la red, algo que atenta directamente contra el derecho a la intimidad y la privacidad inalienables de los seres humanos. Para ello, el Departamento de Seguridad se valdrá de los acuerdos a los que llegue con las compañías tecnológias y de Internet.
La libertad de expresión, pisoteada
El abogado de la Electronic Frontier Foundation, Adam Schwartz, afirma que con esta medida se "impide la libertad de expresión" ya que se crea un clima de tensión en el que los ciudadanos monitorizados tendrán miedo a expresar sus opiniones e incluso su ideología por si pudiera tener represalias. Asimismo, aquellos que no sean vigilados estarán alerta ante las interacciones que lleven a cabo con los inmigrantes monitorizados por el Gobierno. Schwartz afirma que "hay una tendencia creciente en el Departamento de Seguridad Nacional a husmear las redes sociales de inmigrantes y extranjeros" y cree que se trata de una "invasión a la privacidad".
Faiza Patel, codirectora del programa de Libertad y Seguridad Nacional del Centro Brennan, declaró al portal de noticias BuzzFeed que esta vigilancia puede sucederse para "intentar detener un ataque". Sin embargo, recuerda que las redes sociales tienen un "lenguaje complejo" y esta medida puede averiguar ideologías y coartar la libertad de expresión por miedo a consecuencias .
Desde que se postulara a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump no ha cesado sus ataques hacia los inmigrantes y los extranjeros, acusándoles de ser los responsables directos del aumento de los crímenes y de todos los males que sacuden al país estadounidense.
Además, ha asegurado que son los culpables de los atentados terroristas que se suceden tanto en su país como en el resto del mundo. Como si de verdad proceder de un país en concreto te convirtiera automáticamente en terrorista. La lógica y el sentido común se han perdido en un país que capitaneaba hasta hace no mucho el faro de las libertades y los derechos.
