Estados Unidos advierte una vez más al mundo que está decidido a pararle los pies al dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un. El país que preside Donald Trump quiere agotar todas las vías diplomáticas pero no descarta la opción militar. La embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley ha declarado que Corea del Norte "será destruida" en defensa de Norteamérica y sus aliados.
El Consejo de Seguridad de la ONU continúa ampliando la lista de sanciones contra la dictadura mientras los ensayos con lanzamientos de misiles no cesan. Es la octava ocasión en la que se aprueba un paquete de medidas cuyo objetivo principal es cortar todas las vías comerciales con el régimen totalitario.
Donald Trump ya advirtió en el mismo sentido que rompería todas las relaciones mercantiles con aquellos países que continuaran haciendo negocio con Kim Jong-un.
Misiles exitosos
El programa nuclear de la dictadura norcoreana no ha cesado y continúa en aumento. Según aseguran, ya han desarrollado una bomba de hidrógeno que se podrá cargar en un misil balístico intercontinental y tendrá una gran capacidad de destrucción.
Asimismo, esta carrera por demostrar su fuerza al mundo ha hecho que el régimen haya logrado tener al alcance la base militar estadounidense de la isla de Guam. La amenaza de Piongyang al suelo de EEUU es ya una realidad. Lo demuestra así el lanzamiento el pasado mes de julio del primer misil intercontinental capaz de alcanzar Alaska y destruir parte del país.
Uno de los objetivos principales del dictador norcoreano es frenar la ofensiva estadounidense contra ellos y equilibrar las fuerzas armamentísticas y militares con los norteamericanos.
Asfixia económica
EEUU confía en frenar las pretensiones de Kim Jong-un cortando todas las vías comerciales con el régimen. Sin embargo, teme que sea demasiado tarde para impedir que completen su objetivo de apoderarse de un misil nuclear intercontinental.
Los paquetes de medidas que se han ido aprobando ya han cortado el 30% del suministro petrolero y el 90% del comercio.
China y Rusia
Los últimos movimientos norcoreanos han obligado a reaccionar a China y Rusia, aliados naturales de Piongyang, posicionándose con EEUU según aseguró Haley en su declaración y alejándose del terreno de la ambigüedad y las posturas poco contundentes.
Donald Trump continúa su guerra contra Kim Jong-un y se mantiene en permanente contacto con los mandatarios de Corea del Sur, China y Japón, países clave en la zona. Primero fuego y furia y ahora la destrucción total de Corea del Norte. Trump quiere agotar todas las vías diplomáticas y civilizadas para solucionar el conflicto. Pero no descarta utilizar toda la fuerza militar de la que dispone para acabar con la amenaza.