El ex presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, ha sido condenado a 10 años de prisión en el llamado 'caso Erial', como autor de los delitos de prevaricación, cohecho, falsedad y blanqueo de capitales. Se le impone además 17 años y 10 meses de inhabilitación para empleo y cargo público, otros tres para ejercer su profesión y multas por un importe superior a 25 millones de euros.
La sentencia, emitida desde la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia, además absuelve a Zaplana y el resto de acusados de un presunto delito de organización criminal. Además, se ababsuelve al también expresidente valenciano José Luis Olivas, que se enfrentaba a una petición de pena de seis años por un presunto delito de cohecho. También a la secretaria de Zaplana, Mitsouko Henríquez.
Además, se imponen penas mínimas a los acusados que alcanzaron un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción a cambio de reconocer los hechos. Se trata del testaferro confeso de Zaplana (un año y tres meses) o el exjefe de gabinete Juan Francisco García (dos años y nueve meses).
'Caso Erial'
La sentencia contra Eduardo Zaplana se produce en el marco del 'caso Erial', una trama de adjudicación de las estaciones de servicios de las ITV cuando era presidente de la Generalitat Valenciana. Zaplana fue juzgado por las supuestas mordidas recibidas tras la adjudicación de las ITV a la empresa del ex director general de la Policía Juan Cotino.
Los sobrinos de Cotino, actuales responsables de la sociedad, admitieron haber pagado sobornos por el amaño del contrato de parte de las estaciones de ITV valencianas. Ante el juez admitieron que el concurso estuvo 'predeterminado' para que una de las empresas del grupo familiar se llevara uno de los lotes.
