El portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, dejará la política cuando acabe la legislatura y volverá a su puesto en la Abogacía del Estado. Con ello, descarta presentarse a las primarias del partido naranja para las generales previstas en diciembre.
Bal no estaría dispuesto a volver a enfrentarse a las descalificaciones que se vertieron contra él durante su enfrentamiento con Inés Arrimadas por el liderazgo del partido. Además, es consciente de que es muy probable que la formación se quede fuera del Congreso, según apuntan todas las encuestas.
De esta forma, Edmundo Bal volverá a su trabajo como abogado del Estado, que ejerce desde los 25 años y en el que alcanzó notoriedad con los juicios de la trama Gürtel y del procés.
De fichaje estrella a estrellado
El exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, fichó a Edmundo Bal como independiente para las elecciones del 28 de abril de 2019, después de haber sido relevado como jefe del departamento penal de la Abogacía del Estado en noviembre de 2018 por sus discrepancias en la causa del 1-O.
Con el tiempo se afilió a la formación naranja. Sobrevivió a la debacle electoral de Ciudadanos y tras la dimisiones de Rivera y su equipo ascendió a portavoz adjunto del grupo parlamentario en el Congreso convirtiéndose en el fiel escudero de Inés Arrimadas.
Cuando Isabel Díaz Ayuso rompió con Ciudadanos en la Comunidad de Madrid y convocó elecciones anticipadas, Bal se inmoló presentándose como candidato naranja en la Asamblea de Madrid firmando la enésima derrota electoral del partido al quedar fuera de la Cámara regional.
Sin embargo, como reconocimiento a su labor, Bal fue nombrado en mayo de 2021 vicesecretario general del partido. Pero en diciembre, en plena refundación de Ciudadanos, sorprendió dando un paso al frente para optar al liderazgo del partido en contra de la entonces presidenta, Inés Arrimadas, que quería otra candidatura. En ese proceso interno, Bal fue derrotado por la lista 'oficialista' impulsada por Arrimadas,
Aún continúa como portavoz adjunto en el Congreso, aunque la dirección le colocó por encima a un coordinador afín a Arrimadas, el diputado Guillermo Díaz