Las autoridades de Ecuador no podían hacerse cargo del almacenamiento de todas las drogas incautadas en el país y han decidido darle uso. En los dos últimos años, con el gobierno de Guillermo Lasso el país multiplicaba sus esfuerzos contra el tráfico de drogas, hasta llegar al punto de no saber qué hacer con ella.
Por ello, el país ha optado por darle salida como material de construcción, convirtiéndose en uno de los primeros países en hacer algo parecido. Previamente, el método para deshacerse de las sustancias era a través de la incineración. Se trata del método más eficaz y seguro, pero los hornos se han visto superados en capacidad debido al gran número de toneladas.
Hormigón hecho con cocaína
Con la ayuda de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Ecuador ha encontrado otro método seguro y no contaminante para el medio ambiente para eliminar este problema de almacenamiento. A través de un método estudiado de encapsulación se mezclarán las sustancias con otros ingredientes de la fabricación del hormigón.
Los bloques de cocaína son pulverizados en una planta especializada en tratamiento de residuos. El polvo resultante se mezcla con cemento, arena y agua para crear el material de construcción. De momento el país espera emplear 83 toneladas de la pasta de coca para este fin.
En esta planta ubicada en las afueras de la capital de Ecuador llegan bloques de la sustancia cada semana para ser tratadas junto con vidrios, medicamentos caducados y hasta desechos de petróleo. Esta extraña mezcla ya habría sido utilizada para rellenar un hoyo de 15 metros de profundidad y hay planes para repetir el proceso. Después de esto, no existen otros proyectos para el uso de la cocaína encapsulada en la construcción.