Los datos de empleo de abril en Estados Unidos no han cumplido con las expectativas, según informó el viernes la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS). La economía estadounidense añadió 175.000 puestos de trabajo el mes pasado, por debajo de los 238.000 previstos por los economistas y muy por debajo de la media de 274.000 puestos de trabajo añadidos al mes entre diciembre y marzo.
Aunque un mes de datos no determina una tendencia, algunos observadores bajistas del mercado sugieren que estas cifras podrían ser indicativas de una debilidad más profunda. David Rosenberg, fundador de Rosenberg Research y quien predijo la recesión de 2008 cuando trabajaba como economista jefe de Merrill Lynch en Estados Unidos, está entre los escépticos de la expansión económica estadounidense.
En sus notas a los clientes del viernes, Rosenberg indicó que los datos mensuales de empleo han mostrado inconsistencias con los datos del BLS. Según las cifras más recientes disponibles, el BLS informó que la economía de Estados Unidos perdió 192.000 empleos en el tercer trimestre de 2023.
Sin embargo, durante ese mismo período, la encuesta del NFP mostró un aumento de 640.000 puestos de trabajo. El NFP es un indicador utilizado en Estados Unidos para contabilizar el número de trabajadores asalariados, excluyendo aquellos del sector agrícola, gubernamental y de las ONG.
Además, los datos de nóminas no agrícolas no coinciden con los del Censo Trimestral de Empleo y Salarios del BLS, que muestran un crecimiento del empleo más moderado en el tercer trimestre del año pasado. Rosenberg atribuye esta disparidad al método de recopilación de datos del BLS, que encuesta a una muestra de empresas para elaborar sus informes mensuales.
Rosenberg sugiere que en los próximos meses se producirán importantes revisiones a la baja de los datos del NFP, lo que podría sorprender a los inversores y a la Reserva Federal.
Además de cuestionar la precisión de los datos de empleo, Rosenberg ha señalado en los últimos meses que los precios y las valoraciones de las acciones parecen desconectados del panorama macroeconómico.
En una nota del 23 de abril, afirmó que los valores de la inteligencia artificial (IA), que incluyen algunas de las mayores empresas por capitalización bursátil, han estado en una burbuja que ahora parece estar desinflándose.
Con o sin recesión
Rosenberg ha sido notoriamente bajista en los dos últimos años, advirtiendo repetidamente de una recesión.
Pero hasta ahora, la recesión económica no se ha materializado. La tasa de desempleo se ha mantenido por debajo del 4% a pesar de las agresivas subidas de tipos de la Reserva Federal, y los consumidores han seguido abriendo sus carteras incluso cuando la inflación se ha mantenido elevada.
El consenso entre los economistas es que hay un 40% de probabilidades de recesión en el próximo año, según una encuesta de febrero de Bloomberg, y los principales estrategas bursátiles creen que el S&P 500 cerrará 2024 en verde.
Pero aunque las perspectivas de la economía estadounidense han mejorado durante el último año, una recesión sigue siendo muy posible. Los indicadores clásicos —incluida la curva de rendimientos del Tesoro, que se ha invertido antes de cada recesión desde la década de 1960— siguen dando señales de alarma.