Henry, un golden retriever de 8 años, llegó a un veterninario de Newport Beach (California) con un enorme tumor en el lado derecho de su cuerpo. Los veterinarios comprobaron con asombro que el bulto pesaba 19 kg, e inmediatamente preguntaron a la mujer que lo había llevado que cómo había permitido que el tumor creciera tanto antes de buscar atención médica. Pero la mujer mintió y afirmó que se había encontrado al perro en la playa.
Sherri Haughton, la mujer que lo llevó, era en realidad la dueña de Henry. Ha sido acusada por las autoridades de California de dos cargos de crueldad animal, un cargo de abandono animal y un cargo de interferir en la investigación. Si finalmente es declarada culpable, podría pasar hasta dos años en la cárcel, según informa Daily Pilot.
El tumor de Henry, que prácticamente doblaba su masa corporal y le impedía andar con normalidad, fue rápidamente extirpado para salvar su vida. Los gastos de la operación fueron cubiertos gracias a donaciones.
En una rueda de prensa, agentes de la policía informaron de que el tumor de Henry había empezado siendo pequeño, pero al dejarlo sin tratamiento había crecido hasta el punto de que amenazaba con acabar su vida.
El hecho de que Haughton mintiera sobre la procedencia del perro ralentizó el proceso, por lo que el tratamiento tardó más en llegar. La policía también afirmó que la dueña había llevado al perro al veterinario, por lo que sabía que Henry estaba enfermo pero se negó a que el perro recibiera tratamiento.
Con esta rueda de prensa, la policía espera concienciar a los dueños para que lleven a su perro al veterinario. Afirmaron que siempre hay opciones para las personas que no puedan pagar el tratamiento de sus mascotas, entre ellas numerosas asociaciones de ayuda a los animales.
El tumor de Henry fue extirpado en junio y ahora vive con una familia de acogida. Sigue recibiendo tratamiento de radiación para curar su cáncer.