La situación de la monarquía se encuentra en un punto complicado. Varios colectivos sociales están preparando una primavera caliente contra la institución que se está articulando bajo la Plataforma Consulta Popular Estatal Monarquía o República. El primer movimiento: organizar una serie de consultas no vinculantes a lo largo del país con el objetivo de consultar a la ciudadanía qué modelo de Jefatura del Estado prefieren: monarquía o república.
La Plataforma, que aún está consolidando sus estructuras, se divide en cuatro áreas de trabajo: Llamamiento y Extensión, Organización y Logística, Reglas y Asuntos Legales; y Difusión y Comunicación. La mayoría están enfocadas a conseguir la mayor difusión posible para esta consulta, así como coordinar y conseguir la logística necesaria para colocar una mesa, al menos, en todas las regiones de España.
Por el momento, la fecha inicial para la consulta se ha fijado el próximo 9 de mayo de 2020. La Plataforma se ha citado el próximo 18 de enero en Toledo con el objetivo de seguir cerrando flecos en este sentido.
Sin embargo, en Casa Real, las preocupaciones se dirigen por otros derroteros. En concreto, a las redacciones de los principales medios de comunicación españoles y a una serie de informaciones que podrían hacer tambalear la monarquía y, más aún, en un momento en el que se plantea la celebración de una consulta. Un referéndum que, por el momento, podría contar con el apoyo de IU, sentada en el Consejo de Ministros y, por tanto, alcanzaría una relevancia superior que en otras épocas de nuestro país.
Un dossier que circula por las redacciones
Si la preocupación de un Gobierno compuesto por partidos ajenos a los intereses de la monarquía es palpable en Casa Real, aún es mayor en torno a esos dossieres que podrían publicarse en los próximos meses.
Cuenta el periodista y director de información de El Español, Miguel Ángel Mellado, que "circula en determinados medios que se prepara un gran escándalo dirigido a deteriorar más aún el andamiaje constitucional de 1978, con la monarquía como objetivo principal".
El golpe asestado al rey Felipe VI se produciría a través de su padre: "La fortuna almacenada por el padre de Felipe VI entre 1975, cuando se convirtió en rey, hasta junio de 2014, cuando abdicó, es la amenaza que puede caer sobre su heredero, el actual Jefe del Estado".
Esa fortuna amasada por el monarca y que heredará Felipe VI preocupa. Según el profesor de la Universidad de Bruselas Herman Matthijs, experto en fortunas y monarquías, el rey Juan Carlos posee un ingente patrimonio cuantificado en 1.600 millones de euros, una cantidad con la que comulgan otros medios como Forbes o The New York Times. En esa cantidad no se incluyen todas las posesiones de las que disfruta la monarquía en virtud de que la propiedad pertenece al Estado.
La fortuna de Juan Carlos dista enormemente de la que herederaron sus hermanas de su padre, el conde de Barcelona Juan de Borbón, cuando falleció el 1 de abril de 1993: en concreto, una cantidad de 1.100 millones de pesetas, incluyendo 728 millones en fondos depositados en tres banco suizos. Con las actualizaciones, esta cantidad se situaría actualmente en los 10 millones de euros. Especialmente lejos de los 1.600 millones que se atribuyen desde diversos medios de prestigio al rey emérito.
El rey Felipe heredará esa fortuna tras el fallecimiento de Juan Carlos I, lo que originaría un doble escándalo en el caso de que estallase algún problema: es el heredero de la institución y, a la vez, la persona que recibirá gran parte de ese montante al situarse como heredero.
Además, hay preocupación sobre cómo actuarán desde Unidas Podemos cuando lleguen al Gobierno, y la desconfianza surge en el seno de la monarquía. A pesar de que no hay perspectiva de que los morados vayan a controlar Hacienda o Justicia, donde se podría investigar, la mano se encuentra más cerca de estas llaves que con Unidas Podemos en la oposición.
"Hay demasiadas copias de las llaves del arcón con los secretos del anterior rey"
Mellado asegura en su artículo que el centro del dossier y donde se situa el centro de las preocupaciones "está en las importaciones de petróleo realizadas por España a finales de los años 70 y durante la década de los 80, gracias a la relación del anterior Jefe del Estado con el hermano árabe: la familia real saudí. Por aquí también podría saltar el escándalo del que se oyen ecos del runrún".
El periodista señala que toda esa información no se ha guardado a buen recaudo: "Hay demasiadas copias de las llaves del arcón con los oscuros secretos económicos del anterior rey. Por todo esto, hay expertos que, en privado, comentan que Felipe VI haría bien en renunciar ante notario, por anticipado, a lo que corresponda del testamento de su padre".
Miguel Ángel Mellado también habla en su artículo de que el rey Juan Carlos pudo tirar de operaciones calificadas como 'pelotazos': "En aquellos años de frenesí bursátil, Juan Carlos podía pedir 200 millones de pesetas a Banesto o al Central Hispano como pólizas de crédito, aunque fuera del 14% de interés, para disponer de ellos y hacer negocio. Docientos millones y otros docientos más...".
Las grabaciones del excomisario Villarejo con la princesa Corinna que han visto la luz ya apuntaron a problemas: "Tengo las copias de las cuentas bancarias del 'otro' -refiriéndose a JCI-. Él me las dio. El rey no distingue entre lo que es legal e ilegal. Estoy viviendo una pesadilla", decía en referencia a que el monarca puso a su nombre una serie de propiedades de Marruecos y otros países. Mellado también habla de Villar Mir, imputado por la corrupción del PP y "dueño hasta ahora de OHL, elevado a la grandeza por el anterior rey, es otro depositario de secretos económicos reales".
"Con su asignación como Jefe del Estado no pudo hacer la fortuna que se le atribuye"
La llegada del rey Juan Carlos al trono se produjo con una situación muy distinta a la actual para el monarca. Con el paso de los años, abandonó la austeridad de los inicios y abrazó la opulencia: "Al principio ganaba unas 70.000 pesetas al mes. El rey se quedó ojiplático al conocer de primera mano lo que la revista ¡Hola! pagaba a su reportero estrella. Cinco o seis veces más de lo que recibía el ya rey".
Todo eso cambió, supuestamente "algo menos de 20 años después, en 1993, cuando Juan Carlos empezaba ya a ser rico, según confirman ciertos papeles, con dinero perfectamente cuantificable en pólizas de crédito, acciones compradas, plusvalías y saldo corriente".
Llegados a este punto, Mellado se pregunta: "¿Qué sucedió entre 1993 y 2014 en que dejó de ser rey? Desde luego, con su asignación como Jefe del Estado -que también era ecreta entonces-, con un doble traspaso anual con cheques a la cuenta real y otra con ingresos de gastos reservados, no pudo hacer una fortuna milmillonaria como se le atribuye y que antes o después acabará saliendo".
Mellado termina su artículo con una afirmación, cuanto menos, polémica: "Cuando las tripas suenan es que tienen ganas de comer. Suenan y sueñan con comer, con comerse al régimen nacido en 1978 con la aprobación de la Constitución. Y lo cierto es que el actual inquilino del Palacio de la Zarzuela es uno de los últimos diques sólidos que sostienen a la España constitucional".