La guerra interna que se vive en el seno del Partido Popular sigue su curso. La batalla se divide en dos frentes: por un lado Isabel Díaz Ayuso y las acusaciones de corrupción. Por otro, la trama de espionaje contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, orquestada por la cúpula del partido para intentar extorsionarla y rebajar sus expectativas de presentarse al Congreso regional del PP de Madrid.
Ambos bandos intentar recabar adeptos en lo que parece que ser una batalla en la que solo quedará uno. Ahora, según avanzan fuentes conocedoras de cómo se orquestó todo el espionaje a ElPlural.com, uno de los dosieres que se hizo por parte del PP contra Ayuso fue realizado directamente desde la propia Asamblea de Madrid.
Las mismas fuentes aseguran que diputados populares en el parlamento regional, esto es, compañeros de Isabel Díaz Ayuso, eran conocedores de información de dudosa legalidad y moralidad, por lo que realizaron un estudio interno y secreto que posteriormente entregaron a la directiva nacional del Partido Popular con la intención de ver si era posible actuar contra la presidenta de Madrid.
Y así lo confirmó la propia Isabel Díaz Ayuso el pasado jueves cuando realizó una rueda de prensa que hizo saltar por los aires al PP en la que aseguró que era conocedora de que se habían elaborado dosieres en su contra con la intención de intentar desestabilizarla y de amenazarla con sus futuras intenciones en el partido.
Las fuentes de este medio aseguran que este dosier realizado en el parlamento madrileño fue el primero de los que llegó a Casado, hecho por cargos populares que "atónitos" y "perplejos" por la forma de actuar de la presidenta quisieron poner fin a todo. "Estábamos alarmados" aseguran estas fuentes al citado medio, a la vez que afirman que en ningún momento se imaginaban que esta cuestión serviría para dividir al partido en dos.
¿Feijoo como nuevo presidente del PP?
Tras estos hechos, la batalla campal del Partido Popular no hizo nada más que empezar. Una vez que Ayuso abrió en canal al partido, el resto de líderes territoriales se están viendo obligados a elegir entre un bando u otro, lo que puede acabar con las aspiraciones políticas de Pablo Casado.
Por el momento, Casado sigue empeñado en agotar su tiempo hasta el Congreso nacional de julio y en mantener a su secretario general, Teodoro García Egea, pese a las voces que piden su dimisión. La oposición a Casado no es nada débil y se organiza tanto desde la prensa de derechas, que pide su dimisión, desde la militancia, que reclama un cambio, así como desde las baronías, que ya llevan tiempo advirtiendo que la directiva actual ha sido incapaz de unir al partido y de presentar una alternativa fiable de cara a las próximas elecciones.
Esta ofensiva contra Pablo Casado es liderada públicamente por Isabel Díaz Ayuso y, aunque cuenta cada vez con más apoyos, la madrileña es conocedora también de que no tiene los apoyos suficientes a nivel interno, por lo que estaría decidida a apartarse y dejar que este cambio a nivel nacional se materialicé bajo la figura de Alberto Nuñez Feijóo, presidente de Galicia.
El propio presidente de la Xunta estaría buscando una solución dialogada con la directiva nacional para intentar encontrar su hueco que le alce con el poder nacional sin tener que luchar por la presidencia ni con ningún peso pesado de la formación. Cuenta además con gran apoyo por parte del resto de barones territoriales.
Por el momento, Casado ha decidido convocar para el próximo lunes a la Junta directiva Nacional, máximo órgano de congresos, y con una mayoría de dos tercios se vería obligado a adelantar el Congreso Nacional, que podría producirse en el próximo mes de marzo.