El Tribunal de la Audiencia Nacional que está juzgando las adjudicaciones de la Trama Gürtel entre 1990 y 2003 apuesta por condenar al PP y encarcelar a la mujer de Bárcenas. Esa es la actual posición de dos de los tres magistrados encargados de juzgar la causa, aunque la sentencia definitiva no se conocerá hasta el mes de abril.
La condena de la formación conservadora pasaría por un delito de partícipe a título lucrativo. A ella, se sumará la exministra de Sanidad, Ana Mato, que enfrentará su segunda sentencia por el mismo delito (tras el juicio a su marido Jesús Sepúlveda).
Sin embargo, el punto que podría provocar un auténtico terremoto se centra en la condena a prisión de la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias. Es vox pópuli la firma de un pacto de no agresión entre el extesorero y el Partido Popular, pero se rompería en el caso de que ella fuera a la cárcel. ¿Quienes se verían ahora involucrados? Todo apunta a que Bárcenas se vería muy animado a tirar de la manta.
Los magistrados, previsiblemente, condenarán al PP y a Ana Mato a pagar 245.492 euros por favorecerse de la trama de corrupción investigada en los ayuntamientos madrileños de Majadahonda.
Por otro lado, Rosalía Iglesias podría enfrentar una pena de hasta 24 años y seis meses de cárcel. Su única alternativa, ofrecida por la Fiscalía, pasaría por asignar la titularidad de todas las rentas de 206 a su marido, por lo que Bárcenas asumiría todas las penas de su mujer y ella sería simplemente condenada como cooperadora necesaria.
Todo ello podría volver a abrir el melón de la destrucción de los ordenadores de Bárcenas. El PP borró los discos duros hasta 35 veces, después los rayó, los rompió y luego los tiró a la basura; por orden del asesor jurídico del partido, Alberto Durán.
Posible caída del Gobierno
Las sentencias contra el PP supondrían un duro golpe para la formación conservadora. Parece insostenible que, tras convertirse en el primer partido condenado como organización por un caso de corrupción, pudiese continuar gobernando el país sin un adelanto electoral.
No hay que olvidar que en un Parlamento especialmente fragmentado, la sentencia sentaría como un jarro de agua fría. Sobre todo para Ciudadanos (que mantiene el Gobierno) que mantiene un código ético basado en no apoyar a ningún sospechoso de corrupción. ¿Sostendría a un partido que ha sido condenado como tal?
Por otro lado, el resto del arco parlamentario también cuenta con la posibilidad de plantear una moción de censura. PP y Ciudadanos no suman mayoría absoluta, por lo que dependen de la abstención de los socialistas, muy alejados de Rajoy desde que Pedro Sánchez retornó a la secretaría general.