Dos testigos clave en la investigación, Ibrahima y Makate, los dos hombres de origen senegalés que intentaron salvar a Samuel Luiz de la paliza mortal en La Coruña, están siendo clave en la investigación de los hechos.
Ambos están dado pistas sobre la implicación de más personas que agredieron al joven coruñés y que hasta ahora no han sido detenidas. Hasta la fecha han identificado a seis jóvenes de entre 17 y 25 años detenidos por su participación en los hechos.
Los dos jóvenes recordaron, en su primera declaración, pocos hechos. Ibrahima llegó a cubrir a Samuel con su propio cuerpo para protegerle de la paliza que le estaba dando el grupo de jóvenes y que finalmente le arrebató la vida, según publica el diario El Mundo.
Sin embargo, con el paso de los días, han podido recordar más datos y, en la segunda declaración ante los jueces, han logrado identificar a los detenidos como algunos de los agresores, que participaron en la paliza mortal.
La Policía ha tomado declaración por el momento a 26 personas, incluidos los seis detenidos, los jóvenes senegaleses, los amigos de la víctima y las personas que acudieron voluntariamente a la comisaría porque presenciaron los hechos.
Los agentes están centrados en el análisis del material recogido a través de dispositivos móviles de personas que presenciaron los hechos. Creen en que las imágenes pueden ayudar a cerrar el círculo sobre todos los implicados en la pelea.
La jueza aprecia riesgo de fuga en los tres detenidos
Mientras tanto, la jueza mantiene en prisión provisional, comunicada y sin fianza a los tres jóvenes imputados por el crimen de Samuel Luiz, que permanecen recluidos en la cárcle de Teixeiro desde el 9 de julio por orden del juzgado.
La jueza argumenta que los implicados revisten riesgo de fuga y que existe la posibilidad de que los tres sospechosos puedan destruir pruebas en el caso de que queden libres. D. K. y Y. están siendo investigados por su implicación en la paliza mortal que acabó con la vida de Samuel durante la madrugada del sábado 3 de julio a la salida de un pub del paseo marítimo de Riazor.
A los tres se les atribuye un delito de homicidio, aunque la jueza advierte que podría pasar a calificarse como asesinato si así se demuestra durante la instrucción judicial. La misma imputación tiene la joven, K, que permanece en libertad aunque con obligación de presentarse periódicamente en el juzgado.