Algunos individuos de la sociedad moderna del siglo XXI siguen creyendo que la homosexualidad es un juego, una elección o simplemente algo por lo que una persona merece ser castigada o, peor, maltratada. Y parece que la homofobia no es capaz, siquiera, de respetar jornadas reividicativas. Al menos, así ha ocurrido en la capital tras el incidente ocurrido a pocas horas de la celebración del tradicional desfile y manifestación del Orgullo LGTBI, cuando un hombre ha propinado un golpe y una serie de absurdas e inoportunas vejaciones a dos chicos de 30 años.
Los hechos ocurrieron en las inmediaciones del museo Reina Sofía, próximo a la estación de Atocha, según relata un testigo al diario El País. El varón de 45 años que atacó a los jóvenes fue detenido y llevado a comisaría donde pasó la noche, acusado de un delito de odio por el que tendrá que comparecer ante el tribunal.
Sus víctimas, David y Aday, quienes aseguran no querer "volver a ver a esa persona ni en el juicio". Lo cierto es que se desconocen las razones por las que el agresor, propinó un golpe seco a Aday, una de las víctimas. El agredido reconoce que le duelen más los insultos que el golpe.
Pese a que David, el atacante, defiende su postura de inocencia y defensa ante las acusaciones de las víctimas y el desconocimiento de la condición sexual de la pareja, uno de los testigos vio cómo el agresor sacaba dinero con su mujer en un cajero próximo al museo, cuando pasaron los dos jóvenes y comenzó a insultarlos sin venir a cuento, al grito de "subnormales, maricones de mierda, os voy a volver heterosexuales de la hostia que os voy a dar". Posteriormente, les persiguió hasta la glorieta de Atocha, donde se enfrentaron y una de las víctimas recibió un "guantazo descomunal" que Juan, nombre fictio al que responde el testigo, no pudo grabar porque decidió llamar al 112 ante tal situación.
El acusado niega lo ocurrido
El detenido también ha querido confirmar a El País su versión de los hechos y no coincide en absoluto con lo que cuenta el testigo ni la pareja. Incluso llega a afirmar que "les ha venido bien contarlo así" ya que según él, se encontraba en el cajero cuando pasaron "seis o siete chavales muy alterados" que soltaron ciertos comentarios acerca de su mujer que no fueron de su agrado, por lo que decidió recriminárselo, sin hacer mención a su condición sexual.
"En ningún momento agredí a nadie por su condición sexual. En mi familia también hay homosexuales", reza asumiendo su detención tras el altercado. Por otro lado, David asegura que tuvo que salir corriendo porque los jóvenes se intentaron abalanzar sobre él.
Este caso recuerda a lo ocurrido en Barcelona durante la celebración del Pride a finales de junio de 2019, donde un hombre agredió verbalmente a un jóven por su vestimenta en un establecimiento de una conocida cadena de restauración. Ya son más de 150 ataques homófobos en la Comunidad de Madrid en lo que va de año, en 2018 se cuantificaron 345. Los afectados responden al perfil de hombres gais cuyas edades oscilan entre los 20 y 29 años.