Diego, un veterinario ferrolano de 43 años y Camilo, un desarrollador de software argentino afincado en Compostela, han creado la primera herramienta capaz de comprender a nuestras mascotas: Fittingpup.
La idea parte de los problemas que algunos dueños experimentan a la hora de comprobar el estado de salud de sus animales. En muchas ocasiones, la atención llega en el momento crítico, ya que algunos animales como los gatos o los perros no muestran explícitamente su situación hasta que puede llegar a ser tarde.
Para evitar estas situaciones dramáticas, esta pareja de emprendedores ha desarrollado una nueva tecnología capaz de interpretar las señales de nuestra mascota e, incluso, de alertar al veterinario en el momento en el que sea necesario atención médica.
Al estilo de las pulseras de actividad, el dispositivo permite controlar las constantes vitales del animal en todo momento y es capaz de enviar una alerta inmediata al veterinario cuando detecte que hay una situación de riesgo.
La comunicación es inmediata. El especialista podrá valorar los datos que está recibiendo y, si lo considera oportuno, llamará al dueño de la mascota para solicitar una revisión médica.
"Nuestro producto es tecnológico (un panel de control, dispositivos biométricos, aplicación móvil), pero con un enfoque clínico, profesional", asegura Camilo Ameijeiras en declaraciones a La Voz de Galicia.
Para ello, los dueños de la mascota tendrán que colocar el dispositivo en la correa del animal. Gracias a ello, podrán obtener datos precisos sobre el sueño profundo, actividad, pasos, si camina más rápido o lento y, llegado el caso, cómo se está recuperando de una cirugía. Gracias a todos estos datos, los especialistas tienen la posibilidad de predecir y prevenir algunas enfermedades y atajarlas antes de que puedan generar algún síntoma irreversible.
Se trata, por tanto, de un canal de comunicación permanente entre la mascota, los dueños y los profesionales. "A ellos también les interesa, ya que se trata de una herramienta de fidelización", aseguran.
El dispositivo saldrá a la venta previsiblemente en enero en cuanto los desarrollos queden concluidos. El hospital Rod Codina de Lugo está valorando los últimos detalles y la pareja de emprendedores ya tiene la vista en el extranjero: Israel será el primer destino.