El Corte Inglés ha anunciado el primer ERE de su historia que afectará a un máximo de 3.500 empleados. Esta decisión se une a sus intenciones de continuar reduciendo su superficie comercial, cerrando centros comerciales, eliminando duplicidades y, también, transformando algunos centro comerciales en otros formatos más sensibles con la nueva situación económica en la que se encontrará nuestro país.
La firma de grandes almacenes ya ha cerrado o está a punto de cerrar tres grandes almacenes en los últimos cincos meses. Se trata de Francesc Macià (Barcelona), Linares (Jaén) y Myrtea (Murcia). Mientras tanto, hay otros cuatro centros comerciales que están siendo reformados en otro modelo de negocio y que evidencian el giro de la firma.
Las reaperturas más inmediatas se encuentran en los centros ya clausurados de Arapiles (Madrid), Guadalajara y Albacete. La firma ha bajado la persiana al formato tradicional de grandes almacenes y está reformando el interior por completo para instalar un outlet de marcas. En este caso, se ofrecen artículos de temporadas pasadas, con precios desde un euro. La estética abandona la tradicional de sus centros comerciales para parecerse a otras firmas low cost y se extenderá a otros centros que irán cerrando. El Corte Inglés irá anunciando los cierres con el paso de los próximos meses.
El otro formato se mostrará en el también clausurado centro comercial de Arroysur (Leganés, Madrid). Este gran almacén fue clausurado en 2019 porque era canibalizado por otros tres centros comerciales de la misma firma situados en los alrededores. Las intenciones de El Corte Inglés, en este caso, pasan por instalar el MAD-FD, un modelo de centro comercial más tradicional, basado en experiencias con una estética más llamativa y con espacios de restauración diferenciados.
En este caso, el formato tiene un público con un poder adquisitivo algo mayor que sus formatos outlet y también tiene interés en captar al turismo. Este es el motivo por el que la pandemia ha paralizado su desarrollo, aunque la firma tiene intención de sacarlo adelante. De hecho, tiene registrada la marca para varias capitales de provincia, sobre todo en localidades turísticas donde ya tiene otros grandes almacenes.
También apostar por las tiendas de conveniencia y, sobre todo, la digitalización
La pandemia del coronavirus también ha mostrado que los formatos de conveniencia tienen futuro. La enseña del triángulo verde quiere apostar por ellos, aunque situados como tiendas de gasolineras de Repsol. Aunque se trata de un negocio golpeado en un primer momento por la pandemia, por las restricciones de movilidad, las perspectivas de futuro son, sin embargo, muy positivas, ya que tienen un factor de capilaridad importante con inversión baja, además de ofrecer un impulso a las marcas propias del grupo.
En el año 2020, los grandes almacenes inauguraron un total de 60 tiendas de Superior Stop&Go en gasolineras de Repsol y este año prevé abrir 80 establecimientos, lo que permitirá conseguir una red cercana a las 500 tiendas en gasolineras.
Todos estos movimientos no se desligan de una estrategia sostenida sobre tres patas que está impulsando su CEO, Víctor Del Pozo, con la que intentará obtener frutos a largo plazo. Estos pilares son: digitalizar la empresa (sobre todo con la venta online, donde tiene gran fuerza el diseño de la app de ventas), la diversificación del negocio (con la creación de una división de real estate para gestionar sus activos inmobiliarios y de terceros, así como una filiar para ofrecer servicios de seguridad o limpieza, además de gestión de patrimonios) y la sostenibilidad.
