Ursula Haverbeck, una mujer de 88 años, ha sido condenada por un tribunal alemán a pasar dos años en prisión por negar el Holocausto. La conocida como 'abuela nazi' sostiene que Auschwitz nunca fue un campo de exterminio y que todo fue un invento de las potencias enemigas.
La condena ha sido reducida en seis meses después de que la acusada decidiera recurrirla en un primer momento. La Justicia actuó tras las publicaciones que ella misma realizó en el diario de extrema derecha Stimme des Reiches, en español, La Voz del Reich.
Según Haverbeck, el campo de exterminio de Auschwitz, en el que muerieron entre cuatro y seis millones de personas, fue un simple centro de trabajo en el que nadie cometió ningún crimen.
Ella también asegura que el centro era un campo de producción armamentística e incluso llega a afirmar que los agentes del centro tenían la obligación de cuidar de la salud de los presos "en la medida de lo posible". A pesar de todas las pruebas, testimonios e imágenes que demuestran lo contrario.
Haverbeck enfrenta también varias multas y sentencias por incitación al odio en algunos de los comentarios que ha publicado en los medios de comunicación en los que colabora.
Legislación estricta
El Gobierno alemán quiere evitar que se pueda hacer apología del nazismo, ideología que produjo once millones de muertes, a toda costa y por ello ha impulsado toda una batería de medidas para evitarlo.
En casos de negacionismo, la ley plantea multas y penas de hasta cinco años de prisión, incluso si se niega la incidencia que este crimen tuvo a nivel social.
Por otro lado, el Ejecutivo de Angela Merkel ha aprobado una nueva legislación que obliga a las propias redes sociales a borrar todos aquellos comentarios que inciten al odio, racismo o xenofobia.
Por último, los usuarios que realicen este tipo de publicaciones y no borren sus mensajes en un tiempo determinado, tendrán que pagar diversas multas. Incluso el simple hecho de realizar el saludo hitleriano puede ser motivo para que la Justicia abra un proceso penal contra aquellos que lo realicen.
El país germano está muy concienciado con este asunto, un punto que se contradice con la legislación española, que permite la exhibición de banderas preconstitucionales, fundaciones que exaltan a Franco y partidos como Falange Española.