Un escándalo sanitario ha sacudido Holanda al conocerse que un hombre ha sido padre biológico de 102 niños. Se trata de un donante de esperma que realizó donaciones en once clínicas del país y cuyas muestras fueron utilizadas satisfactoriamente en 102 casos.
La alarma saltó cuando varias madres que se habían sometido a inseminación artificial se dieron cuenta del extraño parecido entre sus hijos. Lejos de ignorar la que podría haber sido una casualidad, decidieron investigar y acudieron al Ministerio de Sanidad.
Las sospechas se confirmaron cuando el gobierno confirmó que más de una centena de mujeres habían sido inseminadas con el esperma del mismo individuo. Según la regulación de inseminación artificial holandesa, el hombre, cuya identidad no ha sido revelada, solo podría haber donado en 25 ocasiones.
La sanidad holandesa se ha convertido en un auténtico foco de críticas por este "descuido".
Algunos vacíos legales
El pasado 23 de agosto la Asociación de Ginecólogos (NVOG) y varias clínicas de fertilidad se reunieron para exigir la creación de un registro que facilite la información entre centros y permita el seguimiento de los donantes.
"Al no tener un registro nacional que recoja los datos de todos los donantes de esperma en Holanda, las clínicas de fertilidad no pueden comprobar si un hombre ha donado en otros centros ni las veces que lo haya hecho", declaraba NVOG.
A esto se une el derecho a la privacidad del donante, vacío legal del que se han servido algunos hombres para superar el número de donaciones permitidas.
La NVOG también ha apuntado que además de los posibles problemas médicos, es probable que se den problemas psicológicos al ser consciente de tener más de cien hermanastros.