Donald Trump promete dejarnos titulares fascinantes de aquí a que se celebren las elecciones presidenciales estadounidenses en el próximo mes de noviembre. Cada vez que realiza una rueda de prensa y hace declaraciones, los medios se preparan para comprobar qué perla puede soltar en ese momento y esta vez no ha sido para menos. Tras proponer la creación de un muro en la frontera con México y querer impedir la entrada de cualquier musulmán en Estados Unidos, ahora le ha tocado el turno a su rival demócrata Hillary Clinton. Trump, candidato republicano ya elegido oficialmente, dio el miércoles una rueda de prensa en Florida donde, entre otras cosas, expresó que el Convenio de Ginebra (que protege a los civiles en una guerra) estaba obsoleta y además mandó callar a una periodista.
Pero estos hechos no fueron los que marcaron la rueda de prensa. Trump animó a Rusia en público a que pirateara el correo electrónico de la candidata demócrata Hillary Clinton y encontrara los 33.000 emails de su cuenta personal que no se han descubierto. Donald Trump hace referencia a los correos que Clinton mandó desde su cuenta personal mientras era Secretaria de Estado -previsiblemente, tratando asuntos de interés nacional- y por los que ha sido investigada por el FBI durante los últimos meses, debido al gran revuelo que ha levantado este asunto.
Trump, after denying he told Putin what to do, expressly asks Russia to hack Clinton's server to find missing emails pic.twitter.com/QTokuPkZy5
? David Mack (@davidmackau) 27 de julio de 2016
"Os diré lo siguiente: Rusia, si estás escuchando, espero que encontréis los 30.000 correos electrónicos que se encuentran desaparecidos. Creo que seréis altamente recompensados por nuestros medios de comunicación". Con esta frase, Trump se convierte en el primer gran candidato presidencial que muestra su admiración por Rusia y alenta a un país poderoso considerado enemigo histórico que espíe la cuenta personal de su oponente, una figura política del país, alterando de esta manera la elección presidencial. Por si no había quedado claro, Trump continuó afirmando a uno de los periodistas: "Si Rusia o China o cualquier otro país tiene esos emails, voy a serte sincero, me encantaría verlos".
Trump decidió hacer esta petición a Rusia porque los expertos creen que espías de ese país se encuentran detrás del hackeo que sufrió el Comité Nacional Demócrata recientemente y que dejó a la vista cómo el órgano interno de la formación confabuló para debilitar la campaña del senador Bernie Sanders a favor de Hillary Clinton. Como consecuencia de estos hechos, la portavoz demócrata Debbie Wasserman dimitió de su cargo.
El Partido Republicano se desmarca
Sus palabras no quedaron impunes y levantaron bastante polémica, algo que intentaron calmar portavoces del partido republicano alegando que simplemente estaba bromeando. Mike Pence, aliado de Trump y elegido vicepresidente si llega a gobernar, afirmó que si Rusia "interfiere en nuestras elecciones, puedo garantizar que ambos partidos y el gobierno de Estados Unidos se asegurarán de que haya serias consecuencias".
Trump, lejos de corregir sus palabras, decidió dejar clara su postura en su perfil de Twitter, donde escribió: "¡Si Rusia u otro país o persona tiene los 33.000 emails borrados ilegalmente de Hillary Clinton quizás debería compartirlos con el FBI!".
If Russia or any other country or person has Hillary Clinton's 33,000 illegally deleted emails, perhaps they should share them with the FBI!
? Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 27 de julio de 2016
El martes, Obama hizo unas declaraciones a la NBC donde afirmó que los expertos que estaban trabajando en la filtración de correos electrónicos creían que Moscú se encontraba detrás de estos ataques. De esta manera, Obama dejó ver una intención por parte de Rusia de beneficiar a Donald Trump en la carrera presidencial, algo que el gobierno ruso ya ha negado.