La animadversión entre el príncipe Harry y Donald Trump es de sobra conocida, especialmente por sus grandes diferencias ideológicas. Tal es así que, cuando el hijo del rey Carlos III de Inglaterra publicó su libro de memorias, el expresidente de Estados Unidos amenazó con deportarlo.
Lejos de quedar ahí, el ahora nuevamente candidato republicano ha insistido en que, si es reelegido para la Casa Blanca en las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre, el duque de Sussex junto a su mujer, Meghan Markle, y sus dos hijos, Archie y Lilibet, tendrán que abandonar el país.
La justificación de esta amenaza viene de la confesión que el príncipe Harry hizo en su libro de memorias, 'Spare' (traducido al español como 'En la sombra'), en el que reconocía haber consumido algunas drogas en su juventud tales como cocaína, matihuana y hongos psicodélicos.
Al conocerse este dato, surgió la polémica sobre si el hijo de Diana de Gales mintió en la documentación para obtener el visado de entrada a Estados Unidos, pues el consumo de drogas es uno de los aspectos que valoran para considerar a una persona apta o no para obtenerlo.
Trump ha vuelto a insistir sobre ello en el canal GBN con el exdiputado británico y ahora comentarista político Nigel Farage, quien fuera responsable del Brexit. El magnate ha asegurado que no piensa darle un trato especial al príncipe Harry. Sin mintió en la documentación, ha prometido tomar medidas.
En Los Ángeles junto a su familia
El príncipe Harry reside en Los Ángeles gracias a este visado, ya que aún no se ha convertido en ciudadano estadounidense. Por su parte, Meghan Markle sí es ciudadana estadounidense de nacimiento así como sus hijos, Archie y Lilibet, que tienen la doble nacionalidad junto a la británica.