El asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco ha desencadenado una oleada de protestas en contra del racismo y la violencia policial a lo largo de Estados Unidos llegano, incluso, a las puertas de la Casa Blanca, lo que llevó a Donald Trump a esconders en el búnker subterráneo construido bajo el ala este.
Mientras las protestas continúan, el presidente de Estados Unidos quiso salir este lunes 1 de junio después de conocerse que se había escondido en el búnker para ofrecer una serie de posados y lanzar un contundente mensaje. Trump ha recomendado a los gobernadores de los estados desplegar a la Guardia Nacional "en cantidades suficientes" para detener las protestas.
Ha ido más allá, asegurando que si se niegan, movilizará al Ejército estadounidense. "Desplegaré al Ejército de Estados Unidos y rápidamente resolveré el problema por ellos", ha amenazado Trump, presentándose como el "presidente de la ley y el orden".
Según ha señalado el magnate, movilizará militares invocando la ley 1807 (Ley de Insurrección, que le faculta para desplegar el ejército en cualquier estado). Ha asegurado, además, que los recursos federales han de destinarse a detener los disturbios y los saqueos. "Aquellos que amenacen vidas inocentes y propiedad privada serán arrestados, detenidos y procesados", ha advertido. "Quiero que los organizadores de este terror sepan que se enfrentarán a severas sanciones penales y largas condenas en la cárcel", ha avisado, según recoge CNN.
Posado, biblia en mano
Después de pronunciar este discurso desde el Rose Garden de la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha posado con una biblia en la mano junto a la histórica iglesia de San Juan, localizada en las cercanías de la Casa Blanca, momentos después de que la zona fuera despejada por la Policía con el uso de gases lacrimógenos contra una manifestación pacífica por la muerte de George Floyd.
Para acercarse a la iglesia, conocida como 'La Iglesia de los Presidentes', el mandatario tuvo que cruzar el Parque Lafayette, que ya había sido despejado por la Policía militar y civil con el uso de gases lacrimógenos. Además, varios vehículos militares acudieron a la avenida Pensilvania. En el parque se encontraban unos 1.000 manifestantes pacíficos.