Hace años, Doña Sofía fue objeto de polémica debido a su mentalidad ultraconservadora. La otrora reina contó a Pilar Urbano, en una de sus múltiples biografías autorizadas, que era moralmente contraria a la idea del aborto, del matrimonio homosexual y de la eutanasia. Sus ideas, pese a que claramente discriminatorias hacia una parte de la población, se han respetado en todo momento, aunque siempre se han señalado como arcaicas y retrógradas. No casaba demasiado este pensamiento suyo con algunas de las acciones que defendía, puesto que siempre ha sido la primera de la Casa Real en abogar por la defensa del medio ambiente. Jamás se la ha visto en ninguna corrida de toros, pese a que tanto su marido como sus hijos acudían de forma habitual.
Pero se ve que esta forma de pensar no desaparece con la edad, sino todo lo contrario. La revista Lecturas ha contado ahora que Doña Sofía podría haber tenido una disputa bastante acalorada con su ahijada, María Zurita, debido a que esta le comentó que tenía intención de ser madre soltera. Zurita ya dio a luz hace algunos meses, totalmente soltera, y mediante fecundación in vitro; ella quería ser madre, y el no tener una pareja masculina no fue ningún tipo de inconveniente. La discusión con su madrina tampoco le hizo replantearse la situación, ni mucho menos.
Una Casa Real que no brilla por su modernidad
Cuando María Zurita informó a Doña Sofía de su decisión de ser madre mediante fecundación in vitro, esta pareció reaccionar de una forma nada positiva, provocando una "bronca acalorada", tal y como cuentan desde la mencionada pubicación (aunque ha habido medios que posteriormente lo han desmentido). No aprobaba que su ahijada fuera madre soltera, mucho menos mediante fecundación in vitro, porque no estaba a favor de las familias monoparentales y todo lo que estas representan.
Siendo coherentes con las declaraciones que Doña Sofía ya había hecho, tiene bastante sentido que se muestre contraria a las familias monoporentales; su oposición al matrimonio igualitario ya dejaba bastante en evidencia que en su cabeza la estructura de familia está muy clara, y no va más allá del papá, la mamá y los hijos.
Independientemente de lo que la antigua reina Sofía piense de las familias monoparentales, o de las familias que se alejan de todo aquello que se consideraba "tradicional", lo cierto es que el panorama español parece estar cambiando y evolucionando bastante en este sentido. Por suerte, la Casa Real no puede legislar en este aspecto, y únicamente puede aportar su (arcaica) opinión.