Conocido como el 'Red Bull' español, los refrescos de Eneryeti han copado todas las estanterías de los bazares chinos y, con el paso del tiempo, han acogido toda una ola de seguidores en las redes sociales, con más de 60.000 en Instagram.
A pesar del escándalo reciente en el que se ha vinculado a esta marca con una pareja de influencers detenidos, la firma ha emitido un comunicado en el que se desvinculan tajantemente: "No tenemos ni hemos tenido ninguna relación de patrocinio, colaboración o contractual, directa o indirecta, con estos creadores de contenidos en redes sociales", señalan.
"Como en muchos otros casos en las redes sociales, los consumidores interactúan con productos de forma orgánica y por voluntad propia", añade el texto en el que muestran su "rechazo frontal ante cualquier comportamiento inmoral e ilícito y el apoyo y sensibilidad con todas las víctimas".
La firma Eneryeti forma parte de una empresa conocida como DonPin. Se trata de una distribuidora de alimentación especializada en tiendas de conveniencia y tiendas tradicionales con sede en Getafe (Madrid), donde cuentan con una plataforma logística de 18.000 m2 de parcela y 9.000 m2 de almacén, que realiza los pedidos en 48 horas.
En la actualidad, este grupo distribuye 4.700 puntos de venta en la Comunidad de Madrid y las provincias limítrofes y el 80% de sus clientes se corresponden con establecimientos con dimensiones inferiores a los 100 m2. La empresa ha experimentado un notable crecimiento y en 2017 facturaba al completo 70 millones de euros, mientras que en 2023 solo su firma de refrescos Eneryeti ha alcanzado los 20 millones de euros. En 2022, además, contaba con más de un centenar de empleados.
Marcas propias y reforma de establecimientos
La firma trabaja como distribuidora de grandes firmas, de cuyos productos abastece a los locales de conveniencia. Muchos de sus clientes son bazares chinos. Además, tiene firmas propias, junto al conocido Energety, como las cervezas Chipys, Guay Café, Sportyeti, Enermixer, Freshyeti o la gama de bebidas Pin.
Pero no es el único servicio que ofrecen. La enseña también está trabajando en la reforma de tiendas de conveniencia y también ofrece entre sus servicios la reforma de los establecimientos para actualizarse a un diseño y modelo de negocio estandarizado.
"Pocas marcas llegan bien al canal de tiendas de conveniencia, que tienen un alto potencial de venta y es un canal estratégico, porque el 80% de ellas están regentadas por personas chinas en Madrid. Esto hace, en ocasiones, que la diferencia cultural haga complicado adentrarse en el canal", señala la firma en su página web.
La empresa ofrece también la posibilidad de "gestionar lanzamientos e implantación de nuevas referencias con colaboración para las promociones Adhoc", y explica que este tipo de tiendas tienen especial relevancia para la implantación de "productos dirigidos a un público joven".
Creación
Detrás de la empresa DonPin se encuentra el emprendedor Maodong Chen. Nacido en la década de 1980, llegó a España con 18 años y en 2002 empezó con una furgoneta distribuyendo patatas fritas en los establecimientos chinos de la capital para, con el tiempo, ampliar sus funciones hasta consolidar una empresa de grandes dimensiones.
"Cuando vine no sabía nada de español. Entraba en las tiendas y señalaba lo que quería con los dedos: uno o dos. Para tres no tenía. Después estudié seis meses de español", relataba en 2012 al diario La Vanguardia. "Toda mi familia en China y aquí ahorramos para poder pagar el traspaso de una pequeña tienda de frutos secos a buen precio", explicaba entonces.
La principal labor de esta esta sociedad es la distribución de productos, que con el tiempo ha ido modernizándose y ampliando su cartera hasta, finalmente, colaborar en la implantación de un modelo de negocio que principalmente surte a los bazares chinos. de la capital.
