La primera mitad del siglo XX ha sido una de las etapas más negras de la historia de la humanidad. Tras la Primera Guerra Mundial llegó el auge de los fascismos y los totalitarismos que tuvieron su máxima expresión en Alemania con el ascenso al poder de Adolf Hitler. Basándose en el concepto de "higiene racial", el Führer llevó a cabo una verdadera matanza que acabó con la vida de once millones de personas entre judíos, gitanos, homosexuales o discapacitados, entre otros, en el denominado Holocausto.
Con la muerte de Hitler el 30 de abril de 1945 se ponía fin a la Segunda Guerra Mundial. Según cuenta la historia, el dictador alemán se suicidó en su búnker junto a su esposa al ver que la derrota alemana era ya un hecho. Hitler se mató de un disparo en la cabeza, mietras que su mujer, Eva Braun, hizo lo propio envenándose con cianuro, igual que su querida perra Blondi.
Los más fieles seguidores del Hitler estaban al tanto de las intenciones del austriaco y tenían instrucciones de lo que debían hacer con los cadáveres: envolverlos en mantas y llevarlos hasta el jardín para ser incinerados. El oficial de las SS Heinz Linge, persona de confianza del Führer, encontró los cuerpos describiendo así el momento:
"Cuandro abrí la puerta de su habitación, me encontré con una escena que nunca olvidaré: a la izquiera del sofá estaba Hitler, sentado y muerto. A su lado, también muerta, Eva Braun. En la sien derecha de Hitler se podía observar una herida del tamaño de una pequeña moneda y sobre su mejilla corrían dos hilos de sangre. En la alfombra, junto al sofá, se había formado un charco de sangre del tamaño de un plato. Las paredes y el sofá tambien estaban salpicados con chorros de sangre. La mano derecha de Hitler descansaba sobre la rodilla, con la palma mirando hacia arriba. La mano izquierda colgaba inerte. Junto al pie derecho de Hitler, había una pistola del tipo Walther PPK calibre 7,65 mm. Al lado del pie izquierdo, otra del mismo modelo, pero de calibre 6,35 mm. Hitler vestía su uniforme militar gris y llevaba puestas la insignia de oro del Partido, la Cruz de Hierro de Primera Clase y la medalla de los heridos de la Primera Guerra Mundial; además, llevaba puesta una camisa blanca con corbata negra, un pantalón de color negro, calcetines y zapatos negros de cuero".
Teorías de la huída de Hitler
Fieles a sus órdenes, los ayudantes de Hitler envolvieron sus cuerpos y les prendieron fuego con gasolina. Stalin, al enterarse del suicidio, envió a la contrainteligencia soviética para que recuperara los restos y cerciorarse de que aquello era cierto. Sólo se encontraron los dientes, que fueron comparados con los archivos dentales facilitados por un ayudante del dentista de Hitler. Esto bastó para certificar su muerte, aunque nunca se dio más información al respecto. Así, surgieron todo tipo de teorías que sugerían que Adolf Hitler no había muerto, sino que había huído con una identidad falsa a Sudamérica o España.
Gracias a un documento desclasificado de la CIA, la teoría de que Hitler no murió aquel último de abril de 1945 ha cobrado fuerza. Fechado en Caracas en 1955, este documento contiene la información de un agente secreto que explica que un agente de campo contactó con un colaborador que aseguró haber recibido la confidencia de que Hitler seguía vivo y refugido en Colombia.
Este agente secreto de la CIA, cuyo nombre en clave es Cimelody-3, define su contacto como "hombre de confianza", que había trabajado para él en Europa. Al parecer, este contacto habría estado hablando con un antiguo oficial de la SS que tambien huyó a Colombia, Philip Citröen. Este le habría contado en confianza que Hitler, durante la toma de Berlín, habría huído a Argentina y de allí a Colombia. La idea era esconderse durante diez años hasta que el líder nazi no pudiera ser enjuicidado como un criminal de guerra. Citröen aseguraba incluso haber estado con Hitler aportando una fotografía con él, que había cambiado su nombre para llamarse Adolf Schrittelmayor.
