La pandemia del coronavirus ha dividido a VOX en una cuestión importante para el partido: qué tipo de política debe ejercer en el Parlamento Europeo en cuanto al bloqueo de ayudas para España que plantean algunos de sus socios en el Viejo Continente.
Lejos de mostrar unidad de acción en ayudar a nuestro país, en VOX hay una vertiente importante que lo pone en duda en Europa. Así lo evidenció Iván Espinosa de los Monteros que, durante su reunión con los parlamentarios del ECR, el partido ultraconservador en el que se enmarca en Bruselas, defendió la siguiente postura: las ayudas vendrían bien a España, sí, pero hay un Gobierno muy ideológico y sin experiencia que, al final, podría malgastar ese dinero.
La actitud puede sorprender, pero se une a la ausencia de críticas contra Países Bajos y Mark Rutte que ha exhibido el partido que se definde como "patriota". Rutte, que maniobra junto a Alemania para bloquear los fondos hacia España, llegó a esbozar una sonrisa cuando un votante le pidió que no ayudase económicamente en ningún caso a un país que forma parte de la UE.
La situación de VOX en Europa es completamente distinta a la que exhibe en España, donde agita la bandera del descontento por la crisis actual y se erige como máximo defensor del "patriotismo".
Ultraliberalismo económico, el elemento populista conservador y Marion Maréchal
Los movimientos de VOX durante estos días pueden parecer contradictorios, pero exhiben las dos almas del partido y los tentáculos de Marion Maréchal, la nieta del fundador del Frente Nacional Jean Marie le Pen.
Marion está trabajando por una unidad de acción de la nueva ultraderecha en Europa, con una plataforma que abarque desde los gobiernos de Hungría y Polonia (el Visegrado) hasta la ultraderecha teóricamente más relajada en cuestiones morales -que no migratorias o culturales- que representan Geert Wilders en Países Bajos o Alternativa por Alemania.
En cuanto a VOX en España, sus encajes de bolillos le permiten no erosionar su imagen entre sus socios europeos, que hasta hace muy poco renegaban de Santiago Abascal por su incapacidad de obtener representación en el Congreso de los Diputados; mientras se arroga la bandera del descontento para pescar todo tipo de votante.
Junto a ello, no hay que olvidar que VOX tiene una visión ultraliberal en lo que se refiere a cuestiones económicas. Esa visión del 'cada palo que aguante su vela' encaja con estos movimientos y con la erosión del Gobierno de Pedro Sánchez, ya que el aumento del descontento podría generar un caldo de cultivo idóneo para sus intereses.
Todos estos movimientos son los que ahora está realizando VOX, que intenta crecer y robar protagonismo al Partido Popular por momentos. ¿Crecerá en un futuro próximo? Sus colegas en Europa, sin duda, se alimentaron especialmente de la pasada crisis.
