La mascarilla se ha evidenciado como una de las herramientas más importantes a la hora de contener la propagación del virus SARS-CoV-2. Sabemos que las quirúrgicas permiten contener la propagación de las gotículas que nosotros expulsamos al aire, pero nosotros no nos vemos protegidos. Las FFP2 sí nos ofrecen protección, pero en ocasiones pueden resultar costosas para la población general.
En este sentido, el doctor Anthony Fauci recomienda seguir un truco que, seguramente, hemos visto ya en muchas calles de nuestras ciudades: utilizar dos mascarillas, una quirúrgica y otra de tela. Nunca debemos utilizar las dos del mismo tipo, sino una desechable y otra de tela reutilizable cumpliendo con el número de lavados establecido por el fabricante, preferiblemente en materiales como seda, aunque también es válido algodón.
Cada capa, en este caso, tiene su efecto. Las dos mascarillas filtran y protegen contra salpicaduras, absorbiendo la saliva. Por su parte, la capa externa de la mascarilla de tela actúa como barrera frente al ambiente ya que es una barrera contra la humedad al absorber las gotas de agua. La seda atrapa el agua "rápidamente", algo que también consigue el algodón, aunque con el inconveniente de que es menos transitable y más grueso que la seda.
Otra forma de hacerse con una protección extra es contar con un protector facial en la parte superior, una pantalla, pero teniendo en cuenta que no son intercambiables. En este caso, si los utilizamos, debemos seguir con la mascarilla, pero la protección aumenta significativamente.
Mantener la guardia
Todos estos complementos, sin duda, son fundamentales para aumentar nuestra seguridad a la hora de realizar nuestras tareas cotidianas en una crisis sanitaria como la que nos encontramos. Sin embargo, no podemos bajar la guardia.
Por ello, las medidas básicas deben mantenerse bajo cualquier concepto. Esto incluye el distanciamiento social, lavado de manos con regularidad y evitar reunirse en interiores, especialmente en lugares donde no existe una ventilación adecuada.
