El debate sobre la diversidad racial está más sensible que nunca en EEUU, especialmente cuando se refiere a educar a las nuevas generaciones. Por ello, casi sorprende cómo Disney no fue capaz de prever la que se le venía encima cuando decidió poner a la venta el disfraz inspirado en Maui, uno de los nuevos personajes de 'Vaiana'. Finalmente, el gigante audiovisual se ha visto obligado a dar marcha atrás y retirar el disfraz del mercado.
'Vaiana', que se estrenará a finales de año, será la primera película de Disney que se ambiente en la Polinesia y se inspire en la mitología de las islas del Pacífico. Para hacer frente a las aventuras que se le pongan por delante la pequeña Vaiana contará con la ayuda del semidios Maui, que se caracteriza por ir tapado con tan solo unas hojas, dejando al descubierto su cuerpo tatuado.
El disfraz de la polémica, por tanto, no tiene mucho misterio: una falda recortada para simular las hojas de la selva, un collar y unas mallas ajustadas para que parezca que el niño o niña que se lo ponga lleva los tatuajes de Maui. El problema llega con las zonas que están libres de tatuajes, de un tono marrón para emular el color de piel de los polinesios. Nosotros, acostumbrados -por desgracia- a políticos pintados de negro para emular al rey Baltasar en las cabalgatas navideñas, quizás no lleguemos a entenderlo; pero en EEUU, con el precedente del blackface, es algo visto como un gesto altamente racista.
Polyface, la versión del Pacífico del racista blackface
Fue la youtuber Chelsie Haunani Fairchild la que canalizó abiertamente las primeras quejas sobre el disfraz y definió como 'Polyface' lo que ella considera un blackface del Pacífico: "Polyface es la nueva versión de Disney del blackface. Llamémoslo como lo que es". El blackface hace referencia a unos espectáculos, muy populares en el siglo XIX y XX, en los que artistas blancos se pintaban de negro y exageraban sus rasgos (por ejemplo, con los labios rojos y grandes) para representar a esclavos africanos salvajes y felices. Lo hacían, pues, idealizando sus condiciones de vida, cuando la realidad es que vivían bajo el yugo de personas que les consideraban seres inferiores.
En los años 60 se consiguió prohibir en EEUU con el Movimiento por los Derechos Civiles y, un par de décadas más tarde, en Reino Unido. En general, eran unas representaciones que ayudaban a perpetuar conductas racistas y las parodias de personas negras. Por otro lado, el disfraz también ha recibido muchas críticas por trivializar y convertir en un juego de niños símbolos que, en efecto, forman parte de una cultura y religión en el Pacífico. Como definió Marama Fox, parlamentario de un partido indígena de Nueva Zelanda, es un ejemplo más de apropiación cultural de una manera errónea para obtener beneficios económicos, según recoge Seattle Times.
Disney se disculpa y retira los disfraces
Con todas estas críticas y la posibilidad de que se extendiera hacia un problema más serio que ensombreciera el estreno de 'Vaiana', Disney ha decidido retirar del mercado el disfraz de Maui. "El equipo detrás de 'Vaiana' se ha preocupado mucho de respetar las culturas del Pacífico que han inspirado la película, y sentimos que el disfraz de Maui haya ofrendido a algunas personas (...) Nos disculpamos y retiraremos el disfraz de nuestra web y tiendas", ha afirmado la productora en un comunicado.
La industria audiovisual estadounidense comienza a percatarse del gran ejercicio de discriminación que ha venido realizando durante décadas y, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, la última ceremonia de los Emmy es un gran ejemplo de diversidad y de cómo las minorías sociales, raciales, sexuales y de género merecen verse representadas y reconocidas. Sin embargo, la inclusión no es algo fácil y difícilmente se pueden utilizar las culturas sin cruzar la línea de perpetuar estereotipos y ser irrespetuoso con las minorías, tal y como Disney ha podido comprobar con este escándalo.