Alan Dean Foster es uno de los autores más queridos de la ciencia ficción anglosajona y alguien muy importante dentro del universo Star Wars, porque, entre otras cosas, ha sido el encargado de las novelizaciones de los libros basados en la franquicia de Alien. Ahora el escritor ha denunciado públicamente, respaldado por la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de Estados Unidos (SFWA), que Disney le quitó su sustento de manera ilícita hace casi dos años.
Según Foster y su representante, Disney dejó de pagarle una vez adquirió los derechos de 20th Century Fox... pero la historia viene de antes. Lucasfilm ostentaba los derechos de Star Wars mientras que 20th Century Fox poseía los de Alien. Fue entonces cuando Disney inició un proceso de adquisición de Lucasfilm para quedarse con la saga Star Wars, y en marzo de 2019, adquirió 20th Century Fox, por lo que adquirió todos los productos de Fox y Lucasfilm (compañías que ya estaban vinculadas previamente).
Fue el propio Foster quien intentó ponerse en contacto con Disney y, tras obtener una negativa, lo intentó su representante. ¿La respuesta? Para hablar sobre ese tema, antes debían firmar una cláusula de no divulgación de lo que se conversase en esas reuniones.
Cláusula de no divulgación para no dañar la imagen pública
En 40 años que Foster lleva como escritor se ha topado con muchas cláusulas de no divulgación como medida de protección para que el autor no destripe spoilers, pero nunca como medida para silenciar discusiones comerciales. Así lo afirma él mismo en una entrevista en Facebook. Según su representante esta cláusula se puso para que Foster no pudiese contar a la prensa las conversaciones para no dañar la imagen pública de la compañía.
Tras esto, medió en el conflicto la SFWA, obteniendo respuesta por parte de Disney: consideraba que había adquirido los derechos, pero no las obligaciones de la compañía. Pero, Disney no está actuando conforme a la ley, pues siempre que compras una empresa, adquieres derechos, obligaciones, beneficios y deudas. Parece ser que la estrategia de Disney es hacer que quienes les denuncien no quieran ir a un costoso juicio.
