Las celebraciones religiosas que se realizan en la Iglesia Católica han descendido notablemente en España en los últimos diez años, según el informe anual de la Conferencia Episcopal. Sin embargo, el dinero público que se destina a financiar a la Iglesia ha aumentado.
Por ejemplo los bautizos que se celebraron en 2016 fueron 226.125 mientras que en 2007 fueron 325.271, casi mil al día. Esto tiene que ver con el descenso de los nacimientos en estos diez últimos años, de 492.527 a 410.583, aunque de cada cien niños nacidos en 2007 se bautizaron 66 mientras que en 2016 eran 55. Las bodas también han disminuido llegando a celebrarse la mitad de las que se celebraban en 2007, ya que de 113.187 pasaron a ser 50.805 en 2016. Asimismo los matrimonios civiles también han bajado, pero no de manera tan considerable como los eclesiásticos que sólo han descendido un 15%: de 201.579 a 171.023.
Más dinero público
Mientras las celebraciones de bodas y los bautizos caen en picado, las comuniones no lo hacen de manera tan drástica. En 2007 se celebraron 256.587 y en diez años después llegaron a 238.671, es decir, sólo han descendido en un 7%. Por otro lado, cada vez hay menos sacerdotes: de 19.121 a 18.164 aunque el número de parroquias han aumentado en todo el país un 1,5% llegando a las 23.019.
En cuanto al dinero público que la Conferencia Espiscopal obtiene gracias a la asignación tributaria ha aumentado un 3,4%, ya que de los 242'1 millones de euros de 2007 la retibución de 2016 superó los 250,6 millones.