La violación de derechos humanos en Qatar, especialmente contra las mujeres y colectivo LGTBI, no ha sido impedimento para que se celebra el Mundial de Fútbol, que ha arrancado rodeado de polémica. A esto se le suma la atroz cifra de personas que se han dejado la vida construyendo estadios y zonas de entrenamiento para esta cita deportiva en tiempo récord.
Estas circunstancias han hecho que muchos personajes mediáticos de todo el mundo hayan rechazado la invitación, como Shakira o Dua Lipa. Otra de las personas que han declinado la asistencia es la reina Letizia, que ha decidido no acompañar al rey Felipe VI, siendo este el único monarca europeo que asistirá.
Sin embargo, hay quien ha decidido cerrar los ojos ante la suciedad que envuelve al mundial de Qatar y ponerle precio a sus principios. Es el caso de Omar Montes, el último cantante que ha anunciado unirse a la lista de artistas que colaborarán en el campeonato.
El ex de Isa Pantoja ha sido contratado por la FIFA para cantar en el Fan Festival el 30 de noviembre en el parque Al Bidda, lugar donde estalló el caos durante el partido inaugural del mundial que enfrentaba a Qatar contra Ecuador.
Se habla de su concierto como uno de los mayores reclamos turísticos por los que acudirán los aficionados y, pese a que no se conoce la cifra exacta que cobrará por él, en el programa 'Cuatro al día' ha revelado que Calvin Harris cobrará 290.000 euros por su actuación, por lo que el sueldo de Montes podría rondar esas cifras.
No es el primer mundial que atenta contra los derechos humanos
El artículo 4 de los estatutos de la Federación defiende la "lucha contra la discriminación, la igualdad y la neutralidad", aspectos totalmente incompatibles con las leyes del régimen qatarí. A pesar de que el país árabe firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1971, donde se establece que estos "deben ser respetados y reafirmados por los países miembros", su estricta determinación evidencia que no aplican la reforma en su totalidad.
No obstante, no es la primera vez que la FIFA decide ignorar ese artículo. Según asegura Ricard Taboada, miembro de Amnistía Internacional, ya se han denunciado anteriores violaciones de derechos humanos en la celebración de otros mundiales: "Desde Sudáfrica en 2010, cuando iban a desalojar a personas para poder construir estadios nuevos, hasta Rusia en el 2018, donde se denunció la anexión de Crimea o de Georgia. Esto apunta a que es muy probable que siga pasando, porque lleva ocurriendo mucho tiempo".