El papa Francisco ha aceptado finalmente la renuncia del obispo polaco Grzagorz Kaszak. En agosto, fue objeto de polémica por una fiesta sexual que organizó en el apartamento de su diócesis a finales de agosto. Una orgía sexual que terminó con un hombre inconsciente y en severo riesgo vital después de tomar pastillas contra la disfunción eréctil.
Los hechos ocurrieron durante la noche del 30 al 31 de agosto. Un sacerdote de la comunidad de Dabrowa Górnicza, llamado Tomasz Z., invitó a dos jóvenes a su apartamento para organizar una fiesta sexual. Se trataba de un joven en situación de prostitución y su pareja.
El encuentro que mantuvieron, sin embargo, terminó en malas condiciones. Uno de los invitados, que ejercía la prostitución, sufrió una sobredosis de pastillas y finalmente se desplomó dentro del apartamento.
Una de las personas que se encontraba dentro del lugar de los hechos llamó a los servicios de emergencias. Cuando la ambulancia llegó, el sacerdote impidió el acceso de los equipos, probablemente para no ser descubierto y que no se revelara lo ocurrido.
Bajo investigación
Finalmente, los efectivos de emergencias pudieron acceder al interior, donde encontraron al joven que ejercía la prostitución, completamente desnudo, en el interior de la vivienda del párroco. Después, le trasladaron a un hospital, donde más tarde recibió el alta por petición propia. La Fiscalía de Sosnowiec está investigando al religioso por retirar la asistencia médica a una persona cuya vida se encontraba en esos momentos en riesgo.
No es la primera ocasión en la que se registran escándalos de este tipo en la Iglesia polaca, un país de tradición muy católica. La prensa local recoge, por ejemplo, los escándalos del director de un seminario local supuestamente sorprendido cuando tenía relaciones en un club y un sacerdote de 46 años que supuestamente mató a un diácono 20 años menor que él antes de arrojarse a un tren. En esta ocasión, la diócesis ha catalogado los hechos como "una violación muy grave de las normas morales".
