La vicepresidenta de la Generalitat y líder de Compromís, Mónica Oltra, ha dimitido como vicepresidenta del Gobierno valenciano y diputada en las Cortes autonómicas tras su imputación. Han pasado varios días en los que ha recibido fuertes presiones para que diese un paso al lado.
La presión sobre Mónica Oltra se ha incrementado durante los últimos días, desde que se ha materializado su imputación, a riesgo de que su situación judicial pueda desestabilizar el gobierno valenciano. Dentro de Compromís, cuyo liderazgo queda ahora abocado al relevo, se pedía su salida y desde del PSPV y Podem, esta salida se pedía abiertamente.
"Me voy con la cara bien alta y los dientes apretados", ha asegurado Mónica Oltra, que ha llegado a la sede de Compromís poco antes de que comenzara la ejecutiva en la que iba a tratar la situación en la que se encontraba tras la imputación.Su paso a un lado deja espacio para una posible sustituta, la diputada Aitana Mas, el nombre que genera mayor consenso en este momento como la mejor solución ante la actual crisis.
Oltra ha asegurado que se va de la política con el único objetivo de no hacerse responsable de la salida de Compromís de la Generalitat, tras la advertencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de destituirla si ella misma no adoptaba la decisión de dimitir. "No será por mí", ha asegurado.
Mónica Oltra ha asegurado en una rueda de prensa, donde se ha mostrado visiblemente afectada, que "ganan los malos". "Que nadie piense que es posible hacer política contra los poderosos. Uno a uno y con denuncias falsas", ha advertido en referencia al origen de las querellas que le han llevado a los tribunales.
Sin aforamiento
La dimisión de Mónica Oltra también afecta a su escaño en las Cortes Valencianas, por lo que perderá por completo su condición de aforada y, por lo tanto, el caso volverá al juzgado de instrucción en el que comenzó a investigarse.
Pese a que los partidos miembros de la coalición Compromís han manifestado hasta la fecha apoyo en público a Oltra, la posibilidad de que el presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, pudiera llegar al punto de destituirla, han llevado a que su partido haya actuado por encima de cualquier intención de la propia líder naranja.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana imputó, hace cinco días, a la vicepresidenta autonómica por, supuestamente, encubrir el caso de abusos sexuales a una menor tuteada por el que se condenó a su marido en diciembre de 2019.
La imputación se produjo después de que el juzgado que instruía el caso concluyera que había indicios de su participación en la elaboración de un expediente para obstaculizar la investigación sobre su empareja o incluso para proteger la carrera política de Oltra.
La Fiscalía le acusa de los delitos de prevaricación, abandono de menores y omisión del deber de perseguir delitos. A pesar de que el tribunal señaló que "no existe prueba directa", los tres magistrados consideraron que Oltra debía comparecer como imputada ante la existencia de unos "indicios plurales, que en principio hacen pensar que fueron orquestados" por la vicepresidenta.