El ahora exministro de Pesca noruego, Per Sandberg, dimitió de su cargo tras revelarse que había realizado un viaje con su novia a Irán del que no había informado previamente y al que también se llevó su teléfono de trabajo. Asimismo, la revelación de este hecho produjo una crisis política, por lo que también tuvo que dimitir de otro cargo de vicepresidente del Partido del Progreso (Frp).
El político había cometido un delito de incumplimiento de las rutinas de seguridad sobre este tipo de situaciones. Por lo que, desde que se tuvo constancia pública del caso a finales del mes de julio, la oposición solicitó una comparecencia sobre el caso de la primera ministra, la conservadora Erna Solberg.
La propia ministra ya había reprendido a Sandberg en público. Sin embargo, no había solicitado su salida. "Per ha pedido dejar el cargo y creo que es la decisión correcta. No ha mostrado el juicio necesario al tratar el tema de la seguridad", dijo Solberg en una rueda de prensa tras conocer la noticia.
Todos a favor de la dimisión
Otros políticos noruegos han apoyado la salida del cargo de Sandberg, incluidos compañeros del mismo partido político. Entre ellos la ministra de Finanzas y líder del Frp, Sin Jensen, que calificó la renuncia de "comprensible" por las reacciones provocadas en la sociedad, en su propio partido y en la oposición.
El Frp es una de las tres fuerzas que forman la coalición de gobierno y uno de los partidos con más representación parlamentaria de Noruega durante mucho tiempo. Se trata también de una fuerza política conservadora y xenófoba, por lo que el escándalo fue considerado de una gravedad importante, ya que consideran que ir a Irán conlleva un "alto riesgo"a sufrir pirateo electrónico, contraviniendo las reglas de los servicios secretos.
El sustituto de Sandberg como ministro de Pesca lo asume ahora su compañero de partido Harald Tom Nesvik, que ejerció como diputado entre 1997 y 2017.