El general Miguel Ángel Villarroya, jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), ha presentado su solicitud de cese a la ministra de Defensa, Margarita Robles, para "no perjudicar" la imagen pública de las Fuerzas Armadas tras haberse conocido que se ha vacunado contra la Covid-19 saltándose los protocolos establecidos por el Ministerio de Sanidad.
Pese a la polémica por su vacunación, el que ha sido JEMAD durante el último año sostiene que la decisión de recibir la vacuna contra el Covid-19 fue "acertada", pero está "deteriorando la imagen pública" de las Fuerzas Armadas y poniendo en duda su propia "honradez".
Según justifica, la vacunación tuvo lugar "en el cumplimiento de sus obligaciones, de acuerdo a los protocolos establecidos y con la única finalidad de preservar la integridad, continuidad y eficacia de la cadena operativa de las Fuerzas Armadas". Villarroya puntualiza que nunca han pretendido "aprovecharse de privilegios".
"En su carta, el JEMAD ha destacado que su actuación al frente del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), y al igual que durante sus 45 años de carrera militar, ha procurado ser honesta y dominada por el espíritu de servicio y de amor a España. Siempre se ha esforzado en servir de ejemplo a sus subordinados y en hacer lo correcto, actitudes que son parte de sus responsabilidades como Jefe de la Estructura Operativa de las Fuerzas Armadas (FAS), encargada del Planeamiento y Conducción de todas las operaciones militares", se esgrime en el comunicado.
La vacunación del EMAD
La vacunación del JEMAD y del resto de altos cargos forma parte del plan de vacunación de las Fuerzas Armadas, según han defendido desde el Estado Mayor de la Defensa.
El Ministerio de Sanidad, que dirige Salvador Illa, tiene reservada una cuota de vacunas para las Fuerzas Armadas y de esa partida, añadieron, el Estado Mayor de la Defensa tiene su porcentaje de dosis para el que se estableció tres grupos prioritarios con los siguientes criterios: Todo el personal sanitario, los militares que vayan a participar en misiones internacionales, y finalmente los mandos dependiendo de su edad.
Una vez que se cumplió con los dos primeros, según explican desde del Estado Mayor de la Defensa, se procedió con el tercero. Así justificann que el general Villarroya y otros altos cargos militares hayan recibido la primera dosis de la vacuna.
Tras la noticia, que Robles reconoció haber conocido a través de los medios de comunicación, la ministra anunció que había solicitado al JEMAD un informe para conocer la forma de actuación y los protocolos que habían guiado el orden de vacunaciones.