A veces nos preguntamos... ¿De dónde viene la palabra 'orgasmo'? Pues, como muchas palabras del castellano, viene del griego 'orga' y singnifica que arde o hierve. Y, justamente, eso es lo que nos hace sentir un orgasmo, un placer absoluto y que nos arde por dentro en positivo.
Pero hoy vamos hablar del orgasmo y cómo puede ayudarnos a saber si tenemos graves problemas de salud...
El período de excitación
El orgasmo se alcanza con fuerza cuando llega al nivel máximo de excitación, pero a cada vez más mujeres les cuesta llegar a ese punto. Pueden disfrutar. Pero llegar al momento culmen del orgasmo es ardua tarea si se tienen problemas mentales, según un estudio de Grupo Formula.
La clave está en la ansiedad y en la presión por llegar a ese clímax. Sin embargo, la dificultad en alcanzar los orgasmos o la intensidad en que lo disfrutamos no es únicamente un indicativo del estado de nuestra salud mental. Hay otro tipo de enfermedades físicas que deberíamos tener en cuenta.
El sistema nervioso puede tener impacto importante en los orgasmos, pues requieren una función neurológica saludable en la región genital; cuando los genitales se estimulan, el orgasmo requiere un mensaje entre la espina dorsal y el cerebro
Y, claro, por ello las enfermedades como la esclerosis múltiple o la epilepsia pueden ser factores clave para no lograr el orgasmo final o provocar queel clímax sea más debil.
Otro de los factores que impiden un orgasmo final son los níveles de testosterona y estrógenos, estos pueden disminuir la sensación nerviosa impidiendo así sentir placer en una relación sexual. Para terminar, la depresión también influye de gran medida en la posibilidad de llegar al clímax, disminuyendo además el apetito sexual.