Ocurrió en Barcelona hace tan solo unos días. El cuerpo de un joven aparece calcinado, en el maletero de un coche, cerca del pantano de Foix. Horas más tarde, su mujer (Rosa) y su presunto amante (Albert) son detenidos por los Mossos d'Esquadra acusados de haber asesinado a Pedro y de haberse deshecho del cadáver.
Los tres protagonistas de esta historia son guardias urbanos de Barcelona. Compañeros de trabajo. Pero en este triángulo amoroso solo había sitio para dos. Así que Rosa y Albert convirtieron el maletero del coche de Pedro en un horno crematorio y, tras asesinarlo, lo hicieron arder mientras se iban a cenar junto a otros amigos en común.
Horas más tarde, los amantes son detenidos y se echan la culpa el uno al otro. Solo asumen su participación en el crimen como encubridores, pero ninguno de ellos confiesa ser el autor, sino que culpan al contrario. ¿El motivo? Buscan la pena más pequeña. Saben que van a ser condenados y ahora solo les queda luchar por estar el menor tiempo posible en la cárcel. De confirmarse la teoría de los Mossos, estaríamos ante un crimen pasional.
Y es justo este término, utilizado por la prensa en las últimas semanas, el que ha hecho preguntarse a más de uno qué tiene de especial este asesinato para considerarse un crimen pasional, y por qué no se utiliza este concepto para referirse a los casos de violencia de género. Vamos a analizar cuáles son las diferencias entre estos dos crímenes y por qué es tan importante desemparejarlos.
La ambigüedad en el crimen pasional
Es posible que no se trate del término más adecuado puesto que el crimen pasional se utiliza, en multitud de ocasiones, para justificar de alguna manera un asesinato. No obstante, la razón por la que se hace uso de este concepto es bien sencilla: el término "pasional" hace alusión a un tipo de amor tan extremadamente intenso y apasionado que permite llegar a cometer un crimen cegado por esa pulsión romántica tan vehemente.
Si Rosa y Albert querían vivir su amor sin trabas y si, además, Pedro hubiese descubierto la relación entre los dos jóvenes, es muy probable que las fantasías e impulsos primitivos de los dos detenidos hayan desembocado en un acto cargado de violencia y con una consecuencia clara: la desaparición de los obstáculos que impedían el desarrollo de su relación de amor. Quizá son todas estas características las que encierran este caso en un contexto que permite hablar de crimen pasional.
La violencia de género es otro asunto
En el lado contrario encontramos a la violencia de género. Hoy en día, todos conocemos en qué consiste este tipo de violencia y quiénes son sus protagonistas: un hombre, el agresor, pareja o expareja de una mujer, la víctima. Pero, además de estas sencillas características, existen otros detalles que nos ayudan a comprender por qué este tipo de violencia tiene un título particular.
La violencia de género se desarrolla en un contexto muy específico, en el que un hombre ejerce su superioridad sobre una mujer como consecuencia de su vínculo sentimental. Entre ellos existe una dominación que anula completamente la personalidad y el desarrollo vital de la víctima. La dinámica de la violencia de género sigue unos patrones muy estudiados que en todos sus casos se cumplen casi al completo.
Este tipo de violencia se encuadra en unas circunstancias tan concretas con la idea de proteger especialmente a las mujeres que lo sufren. Porque esta violencia está respaldada por una sociedad cuyos cimientos machistas hacen mella en la topografía de las relaciones heterosexuales de nuestro país. Y por eso se embiste de una forma tan particular.
La diferenciación entre la violencia de género y un crimen pasional es similar a la que se establece entre un caso de bullying y un acto de violencia juvenil. La primera se enmarca en un contexto particular, en un entorno educativo donde los niños adquieren unos roles muy concretos y donde unos ejercen su superioridad sobre otros. No obstante, ni el bullying ni la violencia de género son tipos de violencia más importantes que otros. Simplemente son particulares y, como tales, deben tratarse y protegerse de una manera diferente.