Con la necesitad que se ha implementado en la sociedad de ahorrar cada vez más, ya sea en tiempo, energía o dinero, la freidora de aire se ha convertido en el nuevo electrodoméstico de moda. Llegada esta novedad, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio comparando las diferencias entre cocinar una serie de recetas en al freidora de aire y en el horno.
Factores a tener en cuenta para el ahorro
La freidora de aire cocina los alimentos mediante la circulación de aire caliente, lo que hace que estos se cocinen de forma más rápida y con menos aceite. El horno por su parte utiliza calor seco, lo que resulta más eficaz para cocinar alimentos como panes y pasteles.
Los resultados del estudio revelan que la freidora de aire consume menos de la mitad de energía que el horno, además de dar unos resultados igual de buenos. Sin embargo, este ahorro no es tan sencillo, sino que cambia cuando tienes que cocinar cantidades mayores de comida. Esto es así porque la freidora de aire cuenta con menos espacio que el horno, por lo que, en caso de querer cocinar mucha cantidad, esta tendría que prepararse en varias tandas, por lo que, en ese caso, el horno puede ser la opción más económica.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es el desembolso inicial a la hora de comprar la freidora de aire, ya que, en el estudio de la OCU, se han utilizado freidoras de entre 50 y 350 euros. Así, si tu freidora de aire es más barata el ahorro será mayor, pero comprando un modelo más caro, podría costarte más amortizar el dinero invertido.
En cuanto a la textura de los alimentos, la freidora de aire es más eficiente a la hora de cocinar comida crujiente y dorada, mientras que el horno consigue texturas más uniformes y suaves en los alimentos. Aunque las dos formas de cocinar son saludables, al necesitar menos tiempo de cocinado y no requerir de aceite, la freidora de aire reduce la cantidad de grasas y calorías a la mitad, aunque todo depende del alimento que queramos cocinar.