España es una de las potencias turísticas por antonomasía, al menos en Europa. La playa, la fiesta, el buen tiempo y la gastronomía están entre las muchas cosas que a los extranjeros les gusta disfrutar cuando deciden pasarse por nuestro país, sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Al menos para ellos.
Desde viajes de trabajo a unas prometedoras y relajantes vacaciones por puro ocio, programas de intercambio de estudios o un nuevo empleo en el marco de una jugosa oportunidad laboral. Son muchas las razones que se esconden detrás de la posibilidad de sumergirse en lo más profundo de nuestro país. De cualquier manera, y como en cualquier otro lugar, adaptarse a un nuevo entorno no resulta siempre fácil para todo el mundo.
El comportamiento de la sociedad española se caracteriza por ser, contra todo pronóstico, muy abierto. Aunque es cierto que cada comunidad autónoma se caracteriza por tener ciudadanos muy distintos de otras, en este caso debemos coger esta afirmación con pinzas y entender el dicho. Nuestra personalidad tan arrolladora y el buen rollo que desprendemos, siempre generalizando, no siempre es plato de buen gusto para todos aquellos que desean coger cualquier medio de transporte y disfrutar de todo aquello que ofrecemos dentro de nuestras fronteras.
Las actitudes, gestos o comportamientos que tomamos como cotidianos y comunes pueden tener una connotación distinta en otros países, e incluso denotar algo completamente distinto en otros parajes del planeta. No todo el mundo es capaz de asumirlos de la misma manera, por lo que a muchas personas también les cuesta entender la cultura de los españoles. La globalización ha ayudado pero aún no somos una excepción y es por ello que gestos tan naturales de nuestro día a día como darnos un beso en la calle con nuestra pareja o cómo aceptamos y recibimos un regalo son todavía mirados con recelo por algunas culturas.
¿Quieres saber cuáles son? Estos son algunos de los comportamientos muy habituales en España que están mal vistos en otros lugares del mundo.
1 Comer con la mano izquierda
No se trata de ser zurdo, tampoco de ser diestro. Sino del mismísmo hecho de comer con las manos, que aunque no es algo propio de la cultura y gastronomía española, siempre se podría dar el caso de que alguien utilice sus manos para ingerir algún alimento. Especialmente en aquellos días en los que las tapas y los aperitivos abundan. Lavarse las manos antes de hacerlo es algo que los extranjeros ya dan por hecho, pero para ello tampoco hace falta comer con las manos.
Si ocurre, hemos de tener cuidado de no tener cerca a personas que procedan de la India o ciertos países de Oriente Medio, y ya ni qué decir que hacerlo allí es casi un pecado. La mano izquierda está considerada como una de las partes del cuerpo "sucias" o "impuras". La razón de esto atiende a que, involuntariamente, el ser humano la utiliza en el cuidado de su higiene corporal, aunque también en abluciones.
Utilizar la mano izquierda para otro tipo de gestos como recoger un objeto o dar la mano también está catalogado como una acción grosera o maleducada.
2 Enseñar la planta del pie o suela del zapato
Sin movernos demasiado geográficamente, al menos en los países árabes, hemos de enmarcar este otro tipo de comportamiento. Enseñar a otros las plantas de nuestros pies o las suelas de los zapatos que llevamos está considerado como un gesto bastante grotesco. La razón es la misma que la de comer con nuestra mano izquierda, ya que los pies, como parte más inferior del cuerpo, están también considerados impuros.
En cualquier caso, si hablamos de los zapatos, su concepción cobra aún más sentido, ya que los usamos para andar por la calle y la suciedad que acumulan es evidente. Además del hecho de mantener limpio el suelo de nuestro hogar, los países asiáticos o musulmanes se toman muy en serio el quitarse los zapatos antes de entrar en casas o lugares religiosos.
A veces lo hacemos sin darnos cuenta, pero gestos como el de cruzar un tobillo sobre una rodilla, son completamente insultantes en otras culturas, por lo que debemos ser cautos.
3 Tocar el pelo a alguien
El cuerpo humano es toda una ciencia, aunque también forma parte de algunes religiones como un símbolo sagrado. Especialmente la cabeza, siendo esta la parte del cuerpo más sagrada para culturas como la budista. En el sudeste asiático lo tienen muy interiorizado, y por ello, es mejor que en caso de viajar allí no nos arriesguemos a tocar la cabeza de nadie. Podrían tomarnos de ordinarios.
4 Las muestras de cariño en la calle
Los países de Oriente Medio se sitúan entre aquellos que más reticentes son a enseñar muestras de cariño en público. Según qué tipo de gesto, no solo está mal visto socialmente, sino que también podría estar penado por ley, como ocurre cuando alguien se atreve a coger de la mano a su pareja en la calle. No hace falta ni decir lo que supondría darnos un beso con esa persona a la que tanto queremos.
Con total seguridad, son en su conjunto donde más diferencias culturales existen con respecto a los países occidentales como España. A nadie le gustaría tener que enfrentarse a algún tipo de multa o sanción económica por ello y es que haciéndolo nos ponemos en riesgo. Dubái es uno de esos ejemplos que nos vienen como anillo al dedo para poner de manifiesto esta controvertida situación. Para curarse en espanto y avisar a los turistas, los propios hoteles de la ciudad avisan a sus huéspedes de lo que ocurriría si se atreven a tomar tal riesgo.
5 Ciertos gestos con la mano
La manera en la que expresamos ciertas respuestas con algunas partes de nuestro cuerpo puede dar lugar a equívoco en algunos lugares del planeta. Esto ocurre, por ejemplo, cuando para expresar "OK" usamos el dedo pulgar y el índice para hacer un círculo. En España, totalmente normal. En Bangladesh, Brasil, e incluso otros países de América del Sur y Asia, es inadmisible ya que se atribuye a personas vulgares e irrespetuosas. Para los brasileños, hacer este gesto con la mano trae consigo un significado escatológico y absolutamente ordinario.
6 Levantar el pulgar
Como hemos podido observar a lo largo de los últimos párrafos, hemos de tener cuidado con nuestras manos. Son sensibles a todo tipo de equívoco y aquí también entra la acción de levantar el pulgar para a indicar a alguien que aprobamos o secundamos aquello que nos dicen o proponen.
Lo que aquí está bien y lleva consigo esa misma connotación, en algunas áreas de África u Oriente Medio, especialmente en Irán o Irak, no podrás terminar de creer que este gesto es para ellos un símbolo totalmente descortés, incorrecto y poco gentil. Equivale a lo que en España y otros países del mundo occidental se conoce como "hacer la peineta". Todo un escándalo que seguramente intentaríamos evitar.
7 Agradecer mediante propina
Si bien en países como Estados Unidos es obligatorio dejar propina al visitar un restaurante o cafetería, bien visto incluso en cualquier campo del sector servicios, en Japón es totalmente lo contrario. A nadie se le ocurriría dejar este tipo de gratificación al servicio de este tipo de establecimientos.
En España no es obligatorio, pero es todo un símbolo de amabilidad y agradecimiento que denota la buena sensación con la que has sido tratado en aquel lugar al que has asistido. Una buena forma de dar las gracias al equipo que ha llevado a cabo el servicio del que has disfrutado.
El país asiático lo toma como un gesto nada elocuente y de hecho, puede llegar a estar muy fuera de lugar. Es como no esperar nada de nadie, lo tienen muy asumido, pero no atiende a una cuestión psicológica o sociológica, sino que los japoneses consideran que cuando pagan por algo, significa que estará siempre bien hecho. Ellos expresan su agradecimiento a través de las palabras, de esta manera dejarán saber a los empleados que han hecho su labor correctamente.
8 ¡Hijo, cómete todo lo que hay en el plato!
No, no y no. Eso es lo que te van a decir en China si te acabas todo lo que te sirven en el plato cuando acudes a un restaurante. Lo mismo ocurre generalmente cuando comemos con una persona asiática cuando visita España. Desde pequeños se nos ha inculcado esta filosofía en la cabeza. ¿A quién sus abuelos o padres no le han dicho lo contrario a lo largo de la infancia? Bien, en Asia este gesto es de muy mal gusto y muchos podrían llegar a sentirse ofendidos si ven que hemos dejado el plato vacío, especialmente en el ámbito privado.
Los anfitriones podrían sentir que se han quedado cortos a la hora de servir la comida a sus invitados. Por otro lado, también podrían pensar que se han visto obligados a comerse algo que no les gusta para quedar bien. ¡Cuidado!
9 La emoción de un regalo
Los regalos están para disfrutarlos, eso sí, cuando estés solo. Un regalo siempre es sinónimo de alegría, felicidad e ilusión, pero has de expresarla sin abrirlo. Al menos en China piensan que regalar es todo un arte. Se lo curran mucho y el proceso de ofrecer algo a alguien sin que sepa lo que es implica un proceso tan elaborado que abrir un regalo delante de la persona que nos lo da es, nada más y nada menos, que un gesto muy, pero que muy insolente y desconsiderado.
10 Coger un taxi y sentarse en la parte de atrás
Tenemos prisa y no llegamos. Llamamos a un taxi o un VTC para que nos lleve lo más rápido posible a aquella cita o compromiso al que tenemos que asistir, o bien simplemente queremos llegar a casa tras un largo de día de trabajo. Nos sentamos atrás y saludamos al conductor. En cualquier caso, nada es válido en Australia a la hora de coger este transporte privado si no nos sentamos en el asiento del copiloto.
Algo que está muy normalizado en España y en otros países del mundo, incluso como sinónimo de educación y respeto, al otro del mundo no es más que un gesto muy arrogante, descarado y pedante. Especialmente, si eres hombre. Cuanta más cercanía muestres ante ellos, con mejores ojos te recibirán. La parte posterior, ya sea el maletero o lo asientos traseros, para todas aquellas bolsas que traes tras una larga y productiva tarde de compras.