Cada vez son más los padres y madres que deciden que sus hijos sean vegetarianos desde su nacimiento para más tarde ser veganos. Una opción válida cada vez más elegida por los progenitores, aunque no está exenta de problemas y efectos perniciosos en la salud de los niños si no se lleva con cierta planificación, control y suplementación adecuada.
Elena Roura, dietista nutricionista de Fundación Alicia, explica para La Vanguardia que las recomendaciones que se hacen desde las administraciones públicas es que "se puede alimentar a un niño con una dieta sin alimentos de origen animal", pero tiene que estar de manera obligatoria "controlada por un nutricionista experto en dieta vegana" y más en el caso de "los niños" ya que están "en formación". Hay que buscar, por lo tanto, un "equilibrio" y "planificación" adecuados.
La vitamina B12
La nutricionista avisa que este tipo de alimentación "presenta algunos déficits que se deben suplementar", se tiene que "controlar" y no es algo "fácil" que puedan hacer los progenitores por su cuenta. Elena y muchos pediatras advierten que ser vegano el primer año de vida supone la carencia de vitamina B12, hierro, zinc y calcio. Lo que puede llegar a suponer un "menor desarrollo, un índice de masa corporal menor, pueden tener anemias", como indica el pediatra Salvador Martínez a laSexta.
La más esencial es la vitamina B12, independientemente de la edad, pero más importante en primeras instancias para los niños, ya que es primordial para el desarrollo del sistema nervioso. Por eso, las madres que tienen dietas con niveles paupérrimos o nulos de B12, producen una leche con niveles bajos, y de ahí, que tenga que tener una suplementación alimenticia con esa vitamina.
Planificación, control y suplementación
David Román, portavoz de la Unión Vegetariana Española (UVE) y padre que alimentó a su hijo desde el primer día con una dieta vegana cuenta que hay padres irresponsables que dan "a sus hijos una alimentación deficitaria, con dietas muy restrictivas" y por eso reclaman que "el consejo nutricional esté incluido en la Seguridad Social, ya que la dieta vegana, si es sensata, coherente y está bien pautada no tiene que suponer ningún problema" para el desarrollo del niño.
"Hay que tener cuidado de que los niños no caigan en un déficit de hierro o de zinc, dos nutrientes muy importantes que se encuentran principalmente en las carnes, lo que requiere un control estricto", recomienda la doctora Adriana Fernández, jefa del Servicio de Nutrición y Dietoterapia del Hospital de Niños en el digital El Día. Además, advierte que "en el caso de las dietas veganas, que excluyen todos los productos de origen animal, es necesario alertar a los progenitores porque pueden comprometer a su salud".
Marta Martínez, la máster en Nutrición y Salud por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), por último, explica que "las dietas vegetarianas en comparación con las dietas convencionales omnívoras sobre la obesidad, el cáncer, el Parkinson, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus tipo 2, y los cálculos renales" son más beneficiosas para prevenir este tipo de problemas y enfermedades.
