"Una cacería brutal". Así han defendido las principales acusaciones el brutal asesinato de Samuel Luiz en A Coruña, al grito de "maricón", por el que hay cinco imputados en el caso. A todos se les imputa un delito de asesinato con ensañamiento y alevosía, pero dos de ellos además se enfrentan al agravante de discriminación por orientación sexual.
Se trata de Diego Montaña Marzoa, que según los testigos se dirigió amenazante a Samuel, cuando este realizaba una videollamada, creyendo que le grababa: "Para de grabar, maricón de mierda", le lanzó, antes de iniciar una brutal paliza a la que se unió el resto de su pandilla.
Ahora, su defensa intenta que sea exculpado de todo delito. Su abogado, Luis Salgado, ha defendido que el acusado actuó de este modo porque estaba alterado y en estado de embriaguez, y que había discutido con su novia. Esta será una de las principales líneas de su defensa para intentar evitar la condena.
También se ha pronunciado en estos términos uno de los amigos de los acusados, que ha afirmado que Diego Montaña Marzoa inició la agresión porque "estaba alterado" y que gritó "te voy a matar, maricón de mierda", pero que inmediatamente vio "a mucha gente empujándose y muchas personas soltaban golpes".
"Un grupo de personas conscientes"
Por estos hechos, todos los acusados se enfrentan a penas de prisión con una horquilla desde los 22 hasta los 27 años de cárcel. La Fiscalía ha calificado el asesinato de "cacería brutal e inhumana" y que se perpetró por "un grupo de personas que eran conscientes, sabiendo que la brutal paliza podía desencadenar en su muerte.
El agravante de discriminación por orientación sexual solo se ha imputado a Diego Montaña Marzoa y a su pareja, Katy Silva Barros. En el caso de ella, se encuentra el testimonio de la amiga de Samuel, que afirma que intercedió en todo momento para evitar que pudiera salvarle de la brutal paliza a la que estaba siendo sometido.
"Solo salgo de casa acompañada, no puedo más. Me llaman asesina. Hemos tenido que irnos de la ciudad", se ha lamentado Silva durante el juicio por verse involucrado en la causa, de la que se intenta desvincular y por la que intenta descargar toda la responsabilidad en su pareja.
Durante su testimonio ha señalado a Diego Montaña, pero también a Alejandro Freire como principales responsables de la lluvia de golpes que recibió Samuel Luiz y que precipitaron su muerte con tan solo 24 años.
Otro acusado
En el caso también destaca otro imputado, Kaio Amaral Silva. Además de un delito de asesinato con ensañamiento y alevosía, la justicia también le imputa otro por robo con violencia por supuestamente sustraer el móvil de Samuel durante la paliza. Por el momento, enfrenta la mayor pena, con una petición de cárcel de 27 años.
Un testigo de la causa ha complicado su horizonte judicial. El declarante ha afirmado que vio a Kaio "cargar la pierna" para dar una patada a Samuel, aunque en ese momento se giró y no vio si llegaba a impactar ni dónde. Por el momento nadie le había vinculado directamente con la agresión.
